Nunca puedes planear el futuro a través del pasado
Socio fundador de Consultores de Productividad y Logística S.L.
España, como en la mayoría de los países europeos, ha pasado por un periodo de enorme desindustrialización. El nuestro es el país de la UE que más empleo industrial ha destruido durante los años más afilados de la crisis (de 2007 a 2012). Hasta 715.000 trabajadores del sector manufacturero se quedaron sin trabajo. Italia, Francia y Reino Unido perdieron 525.000, 375.000 y 325.000 empleos respectivamente.
La aportación del sector Industrial al PIB español fue de un 16% durante 2013 (un 12% por lo que respecta a la industria manufacturera), cuando en 1990 era del 25,10%. Esa es una de las razones por lo que, desde múltiples instancias sociales y políticas, se está instando al Gobierno a tomar medidas enérgicas para impulsar la industria nacional.
El problema es que la mayoría de los políticos no comprenden la problemática real de la industria manufacturera. Por descontado, tampoco conocen (o sus políticas hacen presumir tal aseveración) las circunstancias esenciales sobre cómo la tecnología está transformando a dicha industria.
Los días de las chimeneas desabridas y paños empapados de aceite han desaparecido. En el futuro, muchas empresas industriales dedicarán una parte mínima de su tiempo a la fabricación, la industria manufacturera será un amplio conjunto de actividades.
La industria ha cambiado
Históricamente, la fabricación se ha considerado como el proceso de conversión de la materia prima en productos físicos. Hoy en día, sin embargo, la parte mecánica de la producción forma una parte menor de una cadena de valor mucho más amplia. Los fabricantes están generando cada vez más ingresos por otras actividades, muchas de las cuales se catalogan como servicios. En 2011, el 39% de las empresas con más de 100 empleados genera mayor valor por los servicios relacionados con sus productos que por su fabricación, frente al 24% de 2007.
La globalización ha permitido a los fabricantes capacitarse para un mayor acceso a los mercados en desarrollo. Las empresas pueden trasladar la producción a cualquier parte del mundo en busca de materiales, conocimientos y mano de obra barata. El resultado ha sido la globalización de las cadenas de suministro. Multitud de empresas se han beneficiado de este hecho, ya que son capaces de comprar los materiales y mano de obra a precios más bajos. Pero también han desplegado una competencia feroz.
La industria manufacturera se enfrenta a numerosos desafíos en el mercado actual. Los cuatro retos más significativos del futuro muy próximo podrían enumerarse sucintamente así: 1. Una intensa competencia global. 2. Encontrar y mantener mano de obra calificada. 3. Las presiones de unos costos cada vez más bajos. 4. La adaptación a las diferentes (novísimas) necesidades de los consumidores.
Estrategias para superar estos retos
> Las fusiones y adquisiciones pueden fortalecer la posición de una empresa en el mercado mediante la combinación de los activos de las empresas involucradas. En algunos casos, una empresa puede entrar en un nuevo mercado, simplemente mediante la fusión o la adquisición de otra que cuente con la tecnología o los conocimientos técnicos necesarios.
Tres son las razones más comunes para que las empresas de fabricación entren en el terreno de las fusiones o adquisiciones: 1. Sinergias de costes. 2. Nuevas tecnologías. La adquisición de nuevas tecnologías puede ser muy costosa a no ser que, mediante una fusión o adquisición, sea una manera eficaz de adquirir dichas tecnologías. 3. Nuevos mercados. Fusionarse o adquirir una empresa existente puede suponer una oportunidad para acceder a nuevos mercados o, a menudo, significa la adquisición de la base de clientes de esa empresa.
> La mejora de los procesos de fabricación. Seleccionar el proceso correcto puede mejorar significativamente la rentabilidad de una empresa y establecerla en un curso para el crecimiento. Hay una gran variedad de procesos o sistemas establecidos para elegir, cada uno con sus propias fortalezas y debilidades.
Los tres grandes retos para mejorar la rentabilidad de los procesos de fabricación son: 1. Flexibilidad (volúmenes y plantilla) como respuesta a la necesidades de las empresas para hacer frente a los constantes cambios exigidos por los clientes y los consumidores. 2. Minimización de inventarios, estableciendo relaciones exactas entre las necesidades probables y los abastecimientos de los diferentes productos. 3. Reducción de costes mediante la detección, prevención y eliminación sistemática del uso excesivo de recursos.
> Externalización de la producción a regiones de bajo costo. Una estrategia competitiva de los fabricantes para atenuar las presiones de costes es introducirse en los mercados extranjeros. Además de la fabricación, otras operaciones como la compra de componentes, el diseño y la ingeniería pueden abaratarse mediante políticas de externalización.
> Las nuevas tecnologías y la innovación. La innovación en la industria manufacturera en general significa la innovación productiva, pero también puede incluir una mayor capacidad para responder a las demandas del cliente, menos residuos y el tiempo de inactividad, mejor diseño de productos, la mejora de la calidad del producto y la mejora de las relaciones con proveedores y clientes, etc.
> Soluciones de TI. Las nuevas tecnologías y paquetes de software han surgido en los últimos años para ayudar a los fabricantes a mejorar su rendimiento empresarial. Algunas de las soluciones informáticas disponibles incluyen planificación de recursos empresariales (ERP). El ERP proporciona una visión de alto nivel a través de la adecuada gestión de la cadena de suministro; correcta gestión de mantenimiento, y adecuados sistemas de ejecución de fabricación.
La frase que da título a este escrito no está elegida al azar. Como ya comenté en un artículo anterior, está históricamente comprobado que, tras una crisis, los puestos de trabajo no “vuelven”, evolucionan. Son treinta y seis años de experiencia acompañando a las empresas a superar cambios profundos. Y en esa actitud seguimos.
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