En este video, el instituto tecnológico Ainia, de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (Redit) nos transmite las bondades de la biotecnología y todas sus posibilidades.

Así, la biotecnología traslada al laboratorio esos procesos naturales para conseguir que pequeños microorganismos nos ayuden a mejorar nuestro entorno y nuestras vidas. Gracias a la ella se pueden seleccionar y producir mejores semillas, emplear fertilizantes sin rastro de química, vacunar a las plantas contra la agresión de insectos, mejorar la productividad y la calidad de una plantación sin que afecte a su ecosistema.

No hay que olvidar que en Europa tenemos la normativa más restrictiva del mundo en cuestiones fitosanitarias y de seguridad alimentaria. Estos pequeños microorganismos colaboran activamente en el área de la salud, con ellos se elaboran vitaminas, probióticos… Medicamentos vivos con los que se trabaja en la medicina de precisión.

Begoña Ruiz, responsable de Bioensayos de Ainia nos explica que los fagos son el enemigo natural de la bacteria y solo atacan a la bacteria para la cual están diseñados. «La biotecnología nos permite aprovecharnos de esa propiedad para luchar para patógenos tan importantes como puede ser la salmonela».

En el video también encontraremos información sobre biorremediación, que emplea seres microscópicos para degradar el petróleo, los hidrocarburos o los insecticidas. De esta forma, residuos orgánicos se convierten en recursos en las biorrefinerías  para producir desde biocombustibles hasta biopesticidas.

La biotecnología consigue extraer superpoderes de los más pequeños microorganismos para convertirlos en biofábricas.

El futuro de la biotecnología es prometedor. De hecho ya es posible producir un elemento tan vital como el oxígeno usando otros más abundantes en el entorno y la invesetigación continúa imparable.