El término coach tuvo su boom hace poco años pero su historia viene de muy lejos ya que en las culturas más antiguas ya existían figuras que ejercían de guías al resto de la comunidad.

Actualmente, un coach es un profesional que ayuda a otros a conseguir sus objetivos mediante una metodología, capacitación y orientación necesaria.

Un coach se diferencia de un asesor en los siguientes aspectos:

• Acción sobre los trabajadores: el coach realiza una acción directa sobre las personas, que son las que desarrollan el día a día de la empresa. En cambio, el asesor solamente es un especialista en una disciplina empresarial concreta (finanzas, producción, marketing…). Es decir, el coach se especializa en el funcionamiento de los equipos y en el desarrollo personal en general mientras que el asesor puede ayudar en un ámbito concreto.
• Resolución de problemas: el asesor aporta soluciones específicas a un problema, pero el coach permite que el grupo o el decisor encuentren sus propias soluciones. Una misma solución puede ser buena o mala según el grupo o contexto del momento. Para evitarlo, el coaching siempre encuentra soluciones adaptadas al grupo. Son muchas las empresas que han decidido contar con los servicios de un coach. La actividad económica cada día es más cambiante y el personal tiene que ser capaz de adaptarse a los cambios. Para ello, el coach es la persona ideal para tal misión.

¿Qué es un coach?

Un buen coach trabaja los siguientes aspectos:

• Concreta exactamente qué quiere la persona
• Define de forma realista dónde se encuentra la persona en el momento concreto con respecto a la meta que se ha marcado como objetivo.
• Establece un camino para conseguir el objetivo.
• Descubre y trabaja qué elementos del pensamiento, emocionales y de comportamiento obstaculizan la consecución de la meta.
• Rompe aquellos obstáculos y limites que detienen a la persona para lograr lo que quiere.
• Construye conjuntamente con el grupo humano formas de pensamiento, manejo de emociones y comportamiento que permiten a la persona lograr los resultados que busca de una manera sostenible y satisfactoria.

¿Qué habilidades debe tener un coach?

La persona dedicada al coaching presume de tener las siguientes habilidades y recursos:

• Cuenta con una herramienta y metodología para concretar de forma individualizada qué soporte necesita cada persona.
• Desarrollo y crecimiento personal: cuenta con herramientas efectivas para entender el por qué una persona realiza un determinado paso y no otro, cómo cambiarlo para revertir la situación no deseada y superar aquello que impide seguir adelante y avanzar en la consecución del objetivo.
• Herramientas para la ocupación actual: hay personas que se dedican al coaching porque, independientemente que sean más o menos especialistas en otros aspectos, se saben con la capacidad comunicativa y con un carácter lo suficientemente fuerte y empático para desarrollar estas tareas. Es decir, tienen una habilidad especial en todo aquello referente a las relaciones con otras personas.
• Coaching como profesión: como hemos comentado, hoy en día hay una gran demanda de coaches calificados y efectivos. Por ese motivo, representa una oportunidad para aquellos profesionales que quieran empezar una aventura empresaria de forma autónoma Ser coach tiene ventajas como:
  • Poder trabajar en determinados momentos desde casa.
  • Tener un horario flexible que se puede adaptar a otras necesidades.
  • Trabajar en un tema y profesión interesante, dinámico y que además está en crecimiento.
  • Ser capaz de dar un vuelco y ayudar en el desarrollo personal de otras personas.
  • La remuneración por hora acostumbra a ser alta

¿Qué se necesita para ser un buen coach?

Como personas, desde un punto de vista de habilidades sociales y relacionales, un coach muestra las siguientes habilidades:

• Empatía: ser capaz de ponerse en la piel de los demás.
• No tener prejuicios: no hay que juzgar al primer contacto con la persona. Hay que evitar los juicios de valor.
• Saber escuchar y mantener una conversación adecuada: es imprescindible que la otra persona interactúe y participe.
• Estimular y orientar, no imponer ideas: el coach realiza las acciones pertinentes para que sea la propia persona o grupo quien sea capaz de tomar decisiones en contextos diversos.

¿Cómo conseguir un coaching eficiente?

Estos son los puntos que una empresa tiene que trabajar:

• Evaluar e incrementar la disposición de la compañía: consiste en determinar la orientación de la organización hacia el Para ello, hay que analizar los siguientes puntos:
  • Cómo se gestiona el talento en la organización.
  • Tipos de liderazgo existentes.
  • Grado de implicación de cada persona y departamento en las acciones de coaching:
• Adoptar una metodología: es imprescindible aplicar un método para poder generar un contexto a partir del cual se pueda juzgar la actuación del mismo coach. A la vez, debe ser flexible para poder aplicarse en todos los niveles de la empresa.
• Establecer un esquema de trabajo: el proceso debería incorporarse al comienzo de las acciones para transmitir eficazmente a todas las personas involucradas los objetivos a alcanzar y cómo se manejará la comunicación. Hay que asegurarse el compromiso de todos los participantes.
• Crear una estrategia de evaluación: hay que establecer un método de evaluación desde el comienzo mismo del coaching para poder evaluar si los resultados son los esperados y si se consigue explotar el talento humano presente en la empresa. Los parámetros de esta evaluación dependerán según la empresa y los objetivos o metas que se haya marcado.
• Unir el coaching con el desarrollo del talento y la cuenta de resultados: hay que enfocar el coaching para conseguir los objetivos comunes de la estrategia global que supone el desarrollo del talento en la empresa para mantener a todas las partes implicadas en el contexto adecuado.
• Maximizar el impacto en la empresa: la empresa tiene que recoger el máximo de información posible de cada acción del coaching y emplear la experiencia adquirida para fortalecer futuras acciones. El objetivo es identificar oportunidades de actuación que puedan llevarse a cabo en beneficio de la empresa a todos los niveles.