1. La regulación española del crowdfunding dará un gran empujón al sector

Pese a que la primera versión del anteproyecto de la Ley del crowdfunding hacia tambalear al sector en toda España, las propuestas de los representates de estas plataformas fueron escuchadas por el legislador. Así fue como, poco a poco, se fueron incorporando algunas modificaciones en el texto original, asegura Borrel (imagen de la derecha).

La última de ellas ha sido el incremento de la cantidad máxima que podrán recibir los proyectos mediante esta forma de financiación, que pasa de 2 a 5 millones de euros por año y plataforma.

2. El mercado de crowdfunding empezará a consolidarse y algunas plataformas se verán obligadas a cerrar o a integrarse

Según apunta Borrel, en nuestro país se han creado un gran número de este tipo de plataformas que el mercado español no puede sostener por no ser lo suficientemente grande ni maduro.

Sin embargo, este ejecutivo confía en que la futura regulación del crowdfunding conseguirá profesionalizar el sector, ayudando a que se consolide. Aun así, ve inminente el cierre de algunas plataformas mientras que otras podrán consolidarse con fuerza llegando a despuntar por encima de las que sobrevivan.

3. Las instituciones públicas comenzarán a interesarse por las plataformas de crowdfunding de inversión y crowdlending (préstamos)

A medida de que se vaya profesionalizando el sector del crowdfunding irán surgiendo otras vías de colaboración que potenciarán la inversión en empresas de reciente creación y pymes.

Borrel pone de ejemplo el compromiso del Gobierno británico que pretende canalizar la inversión de 6,3 millones de euros de fondos públicos en startups y pymes mediante el crowdfunding.

4. Los emprendedores y empresarios ya no acudirán a las plataformas como último recurso.

Los inversores profesionales ya valoran de manera positiva el análisis y ‘due diligence’ previo que llevan a cabo los analistas de plataformas profesionales de crowdfunding, ya que, este paso ayuda a los inversores a centrarse más en el equipo humano y su proyecto.

Un claro ejemplo de la unión entre pequeños y grandes inversores es la reciente ronda de inversión en la startup de drones Hemay, que obtuvo 450.000 euros de 73 inversores en solo 6 días.

5. La banca tradicional dejará de flirtear con las plataformas, para involucrarse de forma activa.

Según Borrel, la banca tradicional mostrará un “acercamiento” con las principales plataformas para conocer de cerca sus intenciones y su evolución, ya que, está comprobado que con la crisis financiera los mismos inversores son capaces de tomar buenas decisiones sin necesitar asesores bancarios.

Hoy en día las plataformas de crowdfunding suponen una vía de financiación en el mercado para muchas startups y pymes.