Débora Marquès, ANCS: "El freno es creer que la sostenibilidad cultural no es útil"
La gerente de la ANCS reivindica la sostenibilidad como motor de profesionalización, cohesión territorial y mejora real del sector cultural
Comprometida con una visión integral de la cultura y profundamente conectada con el territorio, Débora Marquès, gerente de la Agencia Nacional de Cultura Sostenible (ANCS), impulsa un modelo que une impacto ambiental, contribución social y desarrollo económico. Con una mirada práctica, cercana al sector y volcada en las necesidades reales de compañías y municipios, Marquès defiende que la sostenibilidad cultural es, ante todo, una herramienta útil para ordenar procesos, mejorar la gestión y ampliar el acceso a la cultura en todos los rincones del país.
– ¿Qué es la Agencia Nacional de Cultura Sostenible? ¿A qué se dedica? ¿Cuáles son sus funciones?
La Agencia Nacional de Cultura Sostenible (ANCS) es una asociación sin ánimo de lucro que pretende difundir las prácticas sostenibles dentro del sector cultural. Quiero aclarar que cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos de sostenibilidad holística. Es decir, un menor impacto ambiental, una mayor contribución social y un máximo desarrollo económico, siempre teniendo en cuenta la gobernanza en entidades o el empoderamiento del individuo dentro de una entidad.
– ¿Cuándo se creó? ¿Cuántos integráis el equipo en la Agencia?
En este momento estamos trabajando cuatro o cinco personas. La Agencia nace de la mano de una asociación dirigida a emprendedores culturales y decidimos transformarla. Estábamos un día en una de las ferias hablando sobre cultura sostenible y Carlos Álvarez Castel, que es el presidente de la asociación, manifestó la necesidad de incorporarla a nuestro proyecto.
Facilitar la contratación de las artes escénicas y la música
– Trabajáis la visión de la sostenibilidad de una manera integral, ambiental, social, económica y de gobernanza. ¿Cómo se traduce eso en proyectos? ¿Qué servicios prestáis a las personas que acuden a vosotros?
El primer proyecto que hemos liderado se llama RED-ES, una plataforma que facilita la contratación de las artes escénicas y la música.
En concreto, se trata de un lugar donde, a lo largo de este último año, hemos hablado con las diferentes compañías y grupos musicales de todo el territorio nacional para que dieran de alta todos los espectáculos que tienen en funcionamiento en este momento.
A día de hoy tenemos más de 10.600 espectáculos dados de alta. Ahora mismo estamos trabajando con las diferentes federaciones de municipios y provincias autonómicos para que se den de alta como programadores.
Es decir, se trata de una herramienta que se ha pensado para el programador. Nos hemos dado cuenta de que muchas veces ocurre que en municipios pequeños donde no hay teatros o no hay grandes afluencias, no hay un presupuesto digno para poder ir a ferias y ver qué es lo que está sucediendo y al final se recurre a una programación endogámica y siempre es lo mismo.
Con esta herramienta estamos abriendo a todos los programadores de España toda la oferta que existe en este momento para contratar. A la vez, impulsamos el empleo de criterios de sostenibilidad a la hora de escoger la programación, ya que estamos hablando con las diferentes compañías para que puedan poner en su ficha el calendario de bolos que ya tienen adjudicados.
De esta forma, el programador puede ver si van a estar cerca de su ciudad y en qué fechas para poder aprovechar los viajes y reducir costes.
Por otra parte y de cara al año que viene estamos trabajando de la mano de Cosital, el Colegio Oficial de Secretarios e Interventores para poder habilitar una pasarela de contratación donde se pueda colgar toda la documentación que se requiere para hacer una contratación pública.
Hay que tener en cuenta que hoy en día los ayuntamientos y las diferentes entidades piden cada uno una documentación diferente y nosotros vamos a tratar de centralizarla para agilizar los trámites tanto a unos como a otros.
El segundo proyecto en el que estamos trabajando es la puesta en marcha de un sello de reconocimiento de prácticas sostenibles dentro del sector cultural. A la vez, ofrecemos servicios de asesoramiento, seguimiento en prácticas de sostenibilidad, diagnósticos, y formaciones, entre otros, a entidades y empresas culturales.
A disposición de todo el mundo
– ¿Los programadores son públicos o privados?
En el proyecto RED-ES ponemos a disposición a todo el mundo, no sólo a entidades públicas o privadas. Sin embargo, la realidad en España es que la mayoría de los programadores son públicos. En España hay más de 8.000 municipios y todos ellos tienen programación cultural. Con lo cual, estamos muy enfocados en conseguir que la mayoría de ellos, sino son todos, puedan tener acceso a RED-ES, pero también tenemos programadores privados.
– ¿Cuál es el perfil de las compañías que se apuntan a RED-ES?
En estos momentos estamos trabajando con profesionales de las artes escénicas y la música. El objetivo a futuro, aunque todavía estamos evaluando la fórmula, es ampliar a amateur y otras disciplinas como el libro y el cómic, actos visuales… De todas formas, tenemos que estudiarlo desde el punto de vista de las necesidades del sector.
Llevamos muchos años dentro de este ámbito cutural, con lo que contamos con un canal de escucha que nos permite identificar cuáles son las necesidades que tiene el sector y de qué manera nosotros, desde esta visión de sostenibilidad, podemos contribuir.
Cultura sostenible en todos los territorios
– La diversidad y la cohesión territorial son pilares de la ANCS. ¿Qué retos detectáis a la hora de llevar la cultura sostenible a zonas rurales u otros territorios más periféricos? En las ciudades, la programación cultural rueda de manera autónoma.
Es uno de nuestros focos. De hecho, a finales de este año o principios del que viene, vamos a firmar un convenio con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para trabajar en hacer llegar y que sea accesible la cultura a estos territorios rurales. El 51% del territorio nacional son municipios rurales de menos de 1.000 habitantes, con difícil acceso y muchos de ellos no tienen ni siquiera bibliotecas. Trabajamos mucho para promocionar esta España rural y su acceso a la cultura.
En cuanto a las dificultades, es complejo. Pensamos que la cultura sostenible se entiende mejor en estas zonas rurales que en las grandes ciudades donde hay muchas oportunidades. Mientras que la España rural absorbe las oportunidades que se les presta en su territorio.
– ¿Cuáles son los principales frenos económicos, institucionales o culturales que impiden que la sostenibilidad sea un estándar en el sector cultural?
Llevo más de cinco años trabajando en la sostenibilidad dentro del sector cultural y cuando comencé nadie me entendía. Para mí, la cultura sostenible es poner conciencia en todos y cada uno de los procesos, ya sea de una entidad, de una actividad o de una persona incluso, para tener el mínimo impacto ambiental, la máxima contribución social y el máximo desarrollo económico.
Entonces, a partir de aquí la entidad o el agente cultural, la persona, etc., debe entender en qué punto está, qué es lo que está haciendo para ser sostenible y qué no. La mayoría de entidades y de personas creen que no lo son pero cuando comienzo a indagar sí que nos damos cuenta de que ya se están dando algunos pasos.
Con lo cual, deben ser muy conscientes de las cosas que ya se están haciendo y de cuáles se pueden mejorar y, a partir de ahí, trazar una hoja de ruta.
Desde el inicio, la principal dificultad es que entidades y personas crean que es una herramienta útil. Porque, más allá de tener esa conciencia, aporta una estructura, una eficiencia y una eficacia y ordena procesos, teniendo en cuenta que el sector cultural en general es bastante caótico.
Por ello, con la cultura sostenible estamos consiguiendo tener una visión, ver hacia dónde vamos, poner orden Y de que no nos podemos quedar en la queja constantemente, sino que hay que hacer cambios. Yo creo que la dificultad, más allá de cualquier otra, es que las entidades y las personas se den cuenta de que la sostenibilidad es una herramienta útil para su desarrollo.
Una hoja de ruta
– ¿Tenéis alguna metodología o indicadores específicos para medir el impacto ambiental que tiene una compañía?
Sí, de hecho es uno de los servicios que prestamos desde la Agencia. Lo primero que se hace es un diagnóstico y, con esa información, elaboramos un plan estratégico. Analizamos hasta que punto está contribuyendo a la sostenibilidad holística. A partir de aquí diseñamos a medida los indicadores o los métodos de cálculo para luego obtener estos indicadores dentro del plan estratégico. Es importantísimo medir. Si no medimos en el punto donde estamos y luego no volvemos a medir un año después para entender qué es lo que ha pasado o después de una gira o de cualquier actividad cultural que se haya realizado, no podemos entender cuál ha sido su impacto y de qué manera podemos mejorarlo.
– ¿Cómo financiáis vuestra actividad?
Hasta ahora nos hemos estado financiando con nuestros propios recursos. Hemos accedido a subvenciones y tratamos de crear alianzas con otras entidades para poder desarrollar todos estos proyectos. De todas formas, cada vez más, entidades públicas, sobre todo desde que el Ministerio presentó el Plan de Derechos Culturales, que ya incluye la sostenibilidad, está habiendo bastante más interés.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
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