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Alicante, una provincia con oportunidades pero lastrada por el paro crónico

La provincia de Alicante mantiene la senda positiva del anterior periodo durante el tercer trimestre del 2021. En general, todos los ejes han mostrado un comportamiento positivo -excepto los depósitos y créditos al sector privado, que en la provincia han sufrido un recorte importante-; aunque en general hay un denominador común presente en los indicadores y es que la provinciase recupera a un ritmo inferior al que lo realiza el conjunto nacional.

Por el lado de las sociedades mercantiles constituidas, se vuelven a mostrar valores similares a los del 2019, por lo que se mantiene el espíritu emprendedor en la provincia. De otro lado, el reverso de la moneda viene al comprobar la evolución de la disolución de sociedades. Alicante presenta valores superiores a los periodos anteriores, mientras que en el conjunto de España, por el contrario, los datos publicados muestran ya una rebaja respecto a los del 2019. Esta situación nos advierte que el proceso de renovación del tejido productivo todavía no ha finalizado en la provincia de Alicante. A este proceso además habrá que sumarle el ajuste que pueda generarse a principios del año 2022 al finalizar la prórroga de la moratoria concursal.

Empresas jóvenes y de menor tamaño, las más afectadas en Alicante

Hasta la fecha, los cambios en la composición del tejido productivo alicantino ya son evidentes, afectando la crisis de manera más pronunciada a las empresas jóvenes y de menor tamaño. Así, las empresas que contaban con hasta 3 años de antigüedad en el 2019 representaban el 32,3% de las empresas con trabajadores. Actualmente este porcentaje se ha reducido al 28,5%. Por el contrario, las empresas con 9 y 10 de años antigüedad son las que han salido beneficiadas. Y ahora han cogido peso, ya que pasan del 5,4% al 7,4%.

Y también se ha dejado notar la crisis en función del tamaño de la empresa. En la provincia de Alicante, han sido las más grandes y las pequeñas, frente a las medianas y las microempresas, las que mejor comportamiento han tenido. Por ejemplo, las pequeñas, de 10 a 49 trabajadores, han aumentado su peso, al pasar del 11,84% al 12,04%; a costa, básicamente de las microempresas, que ceden al pasar de 86,27% al 86.07%. En definitiva, las jóvenes microempresas son las más afectadas. Y por el contrario las de 9-10 años de antigüedad con tamaño pequeño las que mejor han soportado la pandemia porque han tenido la capacidad de adaptarse rápidamente.

El autónomo sale reforzado

En Alicante además tenemos una figura laboral que lejos de verse resentida, no cesa en su evolución positiva y es el trabajador autónomo. Mes a mes sigue mostrando incrementos, los cuales vuelven a estar en línea con los valores prepandemia: en torno a un aumento anual del 2% cada mes. Este comportamiento nuevamente es superior al dato nacional, por lo que se alarga la serie temporal en la que Alicante muestra mayor incremento en esta figura laboral que la media nacional.

De hecho, acumula ya 110 meses consecutivos con esta situación, desde agosto del 2021. Este diferencial conlleva que el incremento en la provincia de Alicante del número de trabajadores afiliados al régimen de autónomo se haya incrementado un 22,1%, mientras que en el conjunto de España, el ascenso es de tan solo el 8,7%. Entre otras consecuencias, esta situación lleva a un tejido productivo de menor tamaño empresarial.

Ahondando en este tema, el de la afiliación, es interesante destacar que en el mes de julio se alcanzó un máximo histórico en el número de afiliados medio al mes en la provincia de Alicante, fijando una cota de 669.433 trabajadores. Un breve análisis de las diversas figuras de contratación utilizadas nos muestra que, respecto a los valores previos a la crisis anterior (la del 2008), la provincia ha sustituido unos 60.000 contratos a tiempo completo (indefinidos a tiempo completo más eventuales a tiempo completo) por otros contratos a tiempo parcial (indefinido a tiempo parcial, eventual a tiempo parcial, fijos discontinuos y otras figuras) por un monto de unos 65.000 trabajadores, dejando un saldo positivo de unos 5.700 trabajadores más.

La temporalidad, muy presente en la provincia de Alicante

Efectivamente, actualmente hay más trabajadores, pero su participación ya no es a tiempo completo, que se traduce en menos horas trabajadas y en definitiva menos ingresos personales. En España, esta transformación de las condiciones laborales no es tan intensa, ya que por ejemplo han podido incrementar algo la presencia de trabajadores indefinidos a tiempo completo.

De forma paralela a estos cambios, el paro registrado sigue siendo el gran problema. En septiembre presentó un descenso anual del 3,7%, siendo esta la cuarta peor variación anual de toda España. El porcentaje actual de desempleo respecto al conjunto nacional, del 5,29%, no se había anotado en la provincia nunca, al menos desde marzo del 2007.

Con la referencia puesta nuevamente en el 2007, la provincia ha multiplicado su población por 1,03 y su cifra de paro por 2,1. Es decir, ahora hay más del doble de parados que en el 2007. En España, la población se ha multiplicado por 1,05 mientras, que el paro lo ha hecho 1,65. Nuevamente Alicante presenta una evolución inferior al del conjunto de España. Ahondando en este aspecto, en la provincia tan solo el sector industrial se salva de este mal endémico, pues en este periodo prácticamente ha mantenido el número de parados (+429), situación que por el contrario no ha sucedido en la agricultura (+5.287); la construcción (+5.998); los servicios (72.511) y entre el colectivo de Sin actividad (+7.924), que con la pandemia ha registrado un aumento significativo.

A pesar de estas cifras, estamos ante un territorio de oportunidades en todos los sectores productivos, pero que necesita transformación y digitalización para atraer y retener talento y reducir el desempleo que se ha cronificado desde la crisis de 2007.

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