Un 36,1% de los profesionales del transporte valenciano señalan en la última encuesta de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) la falta de camioneros como una de las principales problemáticas que podría afectar incluso a la viabilidad del sector. A nivel nacional, estudios como el de Transport Intelligence o la propia Confederación Española del Transporte de Mercancía estiman que hay una carencia de más de 15.000 conductores en España; entre 1.500 y 2.000 en la Comunitat Valenciana.

“La escasez de conductores en Reino Unido no es un caso aislado”. Con esta afirmación, Carlos Prades, presidente de FVET, advierte de la necesidad de incorporar de forma inmediata camioneros en las empresas transportistas valencianas. Algo que el secretario general de la Federación, Carlos García, hace extensible a la situación de la profesión a nivel nacional.

FVET ha impulsado un nuevo centro de formación, un espacio a disposición de los profesionales de la conducción en València. Por las aulas de la Federación pasan cada año 800 transportistas y se imparten más de 4.500 horas de formación. Pero, sin embargo, advierten de que la situación, a medio plazo, puede llegar a ser muy preocupante. Especialmente para el transporte internacional de mercancías, del que fundamentalmente depende en España el sector hortofrutícola.

El secretario general de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística expone en Economía 3 algunas de las claves de la falta de relevo generacional en la profesión y advierte de la problemática situación a la que puede llegar el sector del transporte español si no se toman medidas ya.

• ¿Cuáles son las principales problemáticas que llevan a la carencia de camioneros?

Este asunto se ha puesto en el foco por el tema británico y el impacto que está teniendo allí, pero ya viene siendo detectado en el último periodo y ya ha habido estudios a nivel nacional y fuera de España sobre esta problemática, que no es exclusiva de España. Es general. A la hora de analizarlo, han surgido razones sobre por qué hemos llegado a esta situación que no nos remiten a una única causa.

Hay un componente con seguridad que tiene que ver con que la profesión es menos atractiva. Por lo tanto, las ofertas que se realizan cada vez tienen menos respuesta. Y es porque potencialmente los que podrían aspirar a este tipo de profesión no la ven atractiva. ¿Por qué no es atractiva? Seguramente algo tendrá que ver la remuneración. Pero hay más factores.

Las condiciones del trabajo de los conductores profesionales no son los mejores. La problemática fundamental se ha detectado en el ámbito del transporte internacional. Está claro que las nuevas generaciones, esto de un trabajo que me obliga a estar tres o cuatro semanas seguidas fuera de mi entorno personal y familiar y con las necesidades de conciliación que todo el mundo tenemos, seguramente esté influyendo.

«No hay nuevas generaciones, no hay jóvenes que estén incorporándose a este mercado»

Pero es que, además, en la actividad profesional de un transportista, además de la conducción conlleva una serie de tareas adicionales, de carga y descarga de las mercancías, de esperas en las zonas de carga y descarga… Que al final hace que una jornada que de conducción sería de seis o siete horas máximo se convierta en inmanejable, porque se sabe cuándo se empieza pero no cuándo se termina. Porque dependerá de que en el sitio al que voy me atiendan cuando llego o me tenga que esperar un par de horas…

Hay además una barrera al acceso que tiene que ver con el coste de las acreditaciones profesionales. Hoy en día tienes que invertir 5.000 o 6.000 euros para obtener tu permiso…. Hay una serie de sobrecostes que probablemente tampoco ayudan. De hecho, no hay nuevas generaciones, no hay jóvenes que estén incorporándose a este mercado.

«A medio plazo podemos llegar a vivir problemas de suministro»

• ¿No hay un relevo generacional?

No. El impacto es mayor a nivel internacional, que ya viene recurriendo a profesionales de terceros países, básicamente con origen Sudamérica o Centroeuropa, desde hace tiempo. Lo cierto es que ya ni en esos términos, ahora hay cierto temor con el inicio de la campaña hortofrutícola, y se habla de que algunos vehículos se quedarán sin movilizar.

Esto no supone un escenario similar al británico, en absoluto. Por lo menos no es lo que nosotros estamos detectando que puede producirse a corto plazo. Las necesidades del transporte van a seguir cumpliéndose de manera razonablemente satisfactoria. El problema es que si ahora no empezamos a movernos respecto a este problema, es verdad que a medio plazo podemos llegar a vivir problemas de suministro. Eso puede llegar a suceder.

• ¿Son los salarios lo suficientemente atractivos para que las personas se planteen entrar en esta profesión?

Cuando yo hablo de las condiciones que rodean esto, las problemáticas de las horas de más y el tiempo fuera, todo eso si tuviera una respuesta salarial adecuada no digo que se conviviera con ello de manera tragable, pero por lo menos uno diría ‘vale, estoy una media de 10-11 horas al día trabajando y si mi remuneración son 1.400 euros igual no me merece la pena’. Si son 2.000, pues ‘qué voy a hacer, puedo tener un trabajo duro y exigente pero la remuneración lo compensa’.

«Las empresas tampoco pagan más porque tampoco cobran más»

Pero el problema es que ese círculo virtuoso se rompe. Las empresas tampoco pagan más porque tampoco cobran más. Hay unos equilibrios que no son fáciles de romper.

• ¿Puede ser que algún eslabón de toda la cadena esté restando capacidad para pagar estos salarios más elevados a los transportistas?

Sin duda. En determinadas actividades, no tiene nada que ver lo que se está pagando al intermediario con lo que finalmente cobran los camioneros.

• ¿Podemos llegar a imaginarnos una situación de cierto desabastecimiento en algún sector?

No es un escenario previsible en el medio plazo. La situación más preocupante está en el ámbito internacional. Eso sí tiene unos perjudicados si faltara capacidad de tracción. Serían los productores nacionales que envían sus productos fuera de España. Con lo cual, desabastecimiento en nuestras tiendas no tiene por qué.

La situación en la actualidad sí es motivo de preocupación. El mensaje es que ahora tenemos un problema con unas magnitudes que seguramente todavía podamos manejar, pero pongámonos a la faena porque estamos viendo lo que pasa en Inglaterra. Aunque tienen problemáticas añadidas, eso nos hace pensar que a lo mejor en un par de años nos podemos ver en situaciones parecidas.

• ¿Qué sectores se pueden ver más afectados por la falta de camioneros?

El mayor problema está en el transporte internacional. El sector industrial es más llevadero, porque ahí los camioneros no están tres o cuatro semanas. Como mucho están una semana. Porque los países de destino suelen ser Portugal, Francia… El problema está más cuando hay que ir a otros territorios como Alemania, Centroeuropa, más lejanos… Es más producción hortofrutícola. Y hay menos gente dispuesta a hacer este tipo de trabajo.