Belice

Acompáñanos a Belice para descubrir el Gran Agujero Azul

El Gran Agujero Azul de Belice ha sido siempre una imagen impresionante y, para quienes vimos los documentales del oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, inolvidable. Porque él fue quien lo dio a conocer.

Una de las mejores formas de llegar a este singular punto del planeta es por el aire. Hay avionetas que te hacen el recorrido en algo más de una hora, para que sobrevueles el paisaje. Realmente espectacular por el entorno tan sumamente atractivo de sus aguas y la barrera de coral.

O bien puedes ir por mar, aquí dedicaremos todo el día y, desde luego, hay que tener ganas porque está a unos 100 km de la costa. Además, no llegas a apreciar la imagen del contexto (excepto que tengas como objetivo hacer submarinismo). Nosotros nos quedamos con la vista aérea, que es de gran belleza.

Un gran «sumidero» de 125 metros de profundidad

Ver las imágenes es estremecedor. 300 metros de ancho y en torno a 125 metros de profundidad. Un gran sumidero (como si fuera un cenote de los que todos hemos visto en México), pero se trata del más grande del mundo en su propio género.

Pero hay mucho más. Al sobrevolar, te das cuenta de la magnitud de la barrera de coral, la segunda más grande del mundo por detrás de la Gran Barrera de Australia. Tiene 300 km de largo y un hábitat inmenso repleto de especies marinas. Es un país del Caribe (realmente poco conocido por los españoles) con unas costas privilegiadas, cayos de arena, lagunas, bosques de manglares…Llama sobre todo la atención el paisaje de la barrera de coral. Recomendamos ver desde el aire este maravilloso «accidente» de la naturaleza.

La Riverside Tavern

Así que por la noche me apetecía algo más relajado, pero con buen ambiente. El sitio ideal es la Riverside Tavern. Lógicamente, a orillas del río como dice su nombre. Espacioso, con muy buen ambiente, actuaciones, comida caribeña… de lo más atractivo que hay en la ciudad de Belice.

La lengua oficial es el inglés, pero cerca del 60% de la población habla español. El dominio español sobre Belice terminó con las guerras de independencia hispanoamericanas a principios del XIX. Los británicos estaban explotando algunas áreas de este territorio y en 1862 el Reino Unido lo declaró formalmente como una colonia de la Corona británica. Se independizó en 1981, pero siguen reconociendo a la Reina Isabel II como jefe de Estado.

De todas formas, la gastronomía sigue inspirada en la comida mexicana y la caribeña, y muy poco en la inglesa, así que vale la pena disfrutar de lo local. El ambiente es agradable y, sinceramente, tienes lugares de una gran belleza. Un 70% del territorio y de las aguas son áreas protegidas, hoteles boutiques y restaurantes caribeños junto al mar. Un formato de turismo diferente y personalizado al entorno.

Casas en Belice

Madonna le dedicó una canción

Bueno, no solo yo opino que hay una gran belleza. Madonna, con su canción «La isla Bonita», le rendía un homenaje a la Isla de San Pedro, de la que se enamoró, y Leonardo Di Caprio acabó comprando una isla, que acondicionó con las más estrictas normas de sostenibilidad, algo muy mirado en el país, que sabe que debe cuidar a toda costa su patrimonio natural.


La lengua oficial es el inglés, pero casi el 60% de la población habla español


Cayo Ambergris

Cayo Ambergris es un pequeño paraíso entre las muchas islas que tiene Belice. La imagen de sus playas de arena blanca, las palmeras, la transparencia de sus aguas, ruinas arqueológicas mayas, selvas tropicales… ¡Es que lo tiene todo! Fácilmente negocias un catamarán para disfrutar un día navegando, regresar y cenar un excelente marisco en sus muchos restaurantes o disfrutar de un paseo por la orilla de la playa.

Zona arqueológica de Belice

San Pedro deja peatonal su calle principal los fines de semana para disfrutar de un buen paseo, los puestecitos y tiendas en el recorrido. Esperamos haberos abierto la curiosidad Belice, un pequeño rincón del Caribe, desconocido, pero encantador.

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