• El sistema bancario tradicional no parece activo y todos los indicadores trasladan una congelación del crédito
• Ante esta situación aparece con más fuerza si cabe la importancia de la financiación alternativa como solución
• Las pymes tienen una oportunidad enorme en estos momentos para reforzar su estrategia y dejar de depender única y exclusivamente de los bancos

Cuando allá por marzo irrumpía entre nosotros este maldito coronavirus, son muchos los escenarios que todos dibujamos, el caos que para gran parte de los sectores ha generado la pandemia ha provocado que aceleremos nuestra adaptación al cambio prácticamente día a día sin descanso.

Lo primero, cuando paramos motores, fue cómo solventar ese desfase de facturación. Surgió por tanto, una crisis de liquidez que ICO`s y ERTES`s mitigaron y aún mitigan el primer envite de la pandemia, sumando también, la liquidez drenada por entidades de financiación alternativa que fueron los primeros en reaccionar. Sin embargo, el parón viene acompañado por una recuperación muy lenta de la actividad, la demanda no se recupera de forma rápida y la incertidumbre impide la toma de decisiones.

Esta pandemia, además del drama personal tremendamente difícil de asimilar, trae consigo el social que tocamos y palpamos a diario como consecuencia de la crisis económica que ha venido para quedarse. Pero como todas las crisis siempre llevan aparejado oportunidades.

El sistema bancario tradicional no parece activo y todos los indicadores trasladan una congelación del crédito, sin duda porque tras esa borrachera de préstamos bajo al paragüas del ICO, lo que ahora asoma es una crisis de solvencia. La ecuación es sencilla, si las compañías suman deuda y bajan facturación y margen, su capacidad de repago se acentúa, por lo que será difícil acceder al crédito bancario, a esto se suma que el número de entidades financieras se va reduciendo como consecuencia de las fusiones.

Ante esta situación aparece con más fuerza si cabe la importancia de la financiación alternativa como solución que necesariamente va a contribuir a que muchas empresas que tienen viabilidad puedan soportar la recuperación en ventas, que dependiendo del sector tendrá diferentes ritmos.

Por tanto, tenemos que ser optimistas dado que estos últimos años, gracias al esfuerzo que se ha hecho hemos conseguido que existan soluciones fuera del circuito bancario tradicional, eso nos acerca a países de nuestro entorno y a países anglosajones dónde la convivencia entre financiación bancaria y no bancaria es lo corriente y habitual.

Quitémonos prejuicios, las pymes tienen una oportunidad enorme en estos momentos para reforzar su estrategia y dejar de depender única y exclusivamente de los bancos. El refuerzo de liquidez obtenido con los ICO`s se va agotando y son muchas las empresas con planes ambiciosos que no pueden ver mermado su crecimiento por la falta de financiación.

No podemos volver a caer en errores del pasado, acordémonos del año 2008, en que la bancarización a la que estábamos sometidos supuso la caída progresiva de empresas como si de un castillo de naipes se tratase, sin una solución alternativa a la que acudir cuando el cierre del grifo se produjo.

Por tanto, no hay ningún motivo para que las empresas no puedan ejecutar sus planes de negocio, compañías de financiación alternativa como Grupo Gedesco tienen la capacidad para dar todo tipo de cobertura con un amplio portfolio de productos que da soluciones en el corto, medio y largo plazo, de una forma ágil y sin rigideces.