-¿Cuáles son las prioridades en materia de empleo a tenor de la crisis del coronavirus? ¿Qué medidas concretas se deberían adoptar para paliar los efectos de la covid sobre el empleo?

-Evitar que los ERTEs se conviertan en ERES, proteger al tejido productivo y asegurar una recuperación sólida es nuestra prioridad. Conseguirlo pasa necesariamente por apoyar a las empresas y autónomos que son los agentes clave para mantener y crear puestos de trabajo. Por eso reclamamos que no se aumente la carga fiscal, que se invierta más en innovación y en industria, y que en lugar de abrir ahora reformas del marco normativo laboral se asegure un marco que fomente la creación de empleo de forma estable, segura y flexible.

-En esta línea, sectores como el de la hostelería o el del ocio son de los más castigados en esta crisis. Para aquellos trabajadores de estos sectores que se queden sin empleo, ¿cómo se puede recolocar a estos empleados?

-Hay que tener en cuenta que los sectores de la hostelería, el ocio o el turismo atraviesan una situación coyuntural y que los perfiles de sus trabajadores van a seguir siendo necesarios cuando mejore la situación. No obstante, es un buen momento para mejorar la formación digital, lo que les permitirá adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, ofrecer un mejor servicio y tener más oportunidades para encontrar un empleo en otras áreas.

-¿Qué sectores pueden ser tractores en la creación de empleo para superar la crisis?

-El sector de la tecnología, a consecuencia del auge del teletrabajo, la formación online o el papel que ha jugado en el rastreo y control de la pandemia, ha tomado un rol protagonista.

Van a salir también reforzados los sectores de la logística y la alimentación, y el sector sanitario se verá fortalecido por otros como el textil, plástico, o calzado, que pueden convertirse en potentes clústeres.

Igualmente, la necesidad generada por la pandemia de mejorar el confort en los hogares también ha motivado el incremento de la demanda de productos para casa, con el consecuente impulso al sector del hábitat, que va a seguir creciendo.

Y desde CEV creemos que esta crisis es el mejor momento para fortalecer la industria de forma decidida. Tenemos que estar preparados para que nuestras empresas recuperen la actividad industrial que se ha ido cediendo a otros países. Esto se traduciría en más puestos de trabajo, con más valor añadido y de mayor calidad.

-Desde las administraciones se insiste en la transformación del modelo productivo “sin dejar a nadie atrás”, esto lleva implícito un necesario componente de formación, ¿qué esfuerzos se deben realizar en este sentido para que sea efectiva esa afirmación de no dejar a nadie por el camino?

-Significa que no basta con disponer de más recursos económicos, sino que, al mismo tiempo, hay que afinar en las políticas activas de empleo y acercar la formación a las necesidades empresariales y a las nuevas competencias requeridas. Tampoco podemos poner el foco únicamente en las personas desempleadas, hay que mejorar también las competencias de los trabajadores en activo, especialmente las de carácter digital.

Prestigiar la Formación Profesional como enseñanza vinculada al mercado laboral; potenciar la Formación Dual y modificar su farragosa regulación; incrementar el papel de las organizaciones empresariales en los mecanismos decisorios de la oferta formativa dirigida a la empresa; identificar los nuevos puestos y competencias laborales o reducir la distancia entre la formación reglada y la demanda empresarial, son medidas que nos pueden ayudar.

-Ya, por último, preguntar por los ERTE, ¿hasta que fecha deberían mantenerse? ¿Servirán para mantener el empleo o se producirá una destrucción de trabajo posterior?

-Los ERTE siguen siendo una buena herramienta para mantener el empleo y, si se cumplen las expectativas, necesitaríamos prolongarlos durante un plazo relativamente corto de tiempo, hasta el segundo semestre del año, que es cuando se prevé que la vacuna empiece a ser efectiva.

Igualmente, para evitar que se destruyan puestos de trabajo, las empresas necesitan que se les acompañe con otras medidas que compensen las restricciones a su actividad. Es importante que no se aumente la carga fiscal y que se aprueben ayudas para los sectores más castigados, como el turismo, la hostelería y el comercio.

Con los ERTES aseguramos que se mantenga el empleo en la actual coyuntura y con el resto de medidas evitaríamos que se destruya cuando los ERTES desaparezcan.

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