Los Fondos europeos de recuperación poscovid son una «gran oportunidad» para transformar el modelo productivo de la Comunitat Valenciana hacia la digitaliazación de empresas y administración, desarrollar un pacto verde, reforzar el sistema público de salud y potenciar un tejido industrial menos dependiente. Así lo ha resaltado este jueves el president de la Generalitat, Ximo Puig, en su comparecencia en el pleno de Les Corts, a petición propia, para valorar el acuerdo del Consejo Europeo para la reconstrucción de 750.000 millones, de los que España dispondrá de 140.000 para ayudas directas hasta 2026.

Ha señalado que las ayudas europeas van orientadas a la transición ecológica, la digitalización, la igualdad entre hombres y mujeres y la cohesión social y territorial y «en eso hemos de centrarnos», ha apostillado, a la par que ha incidido en que es «la Comunitat Valenciana de 2030 lo que, desde hoy, nos estamos jugando». Son una «gran oportunidad» para «perfilar unas nuevas bases económicas y sociales», recibir «una inyección económica que cicatrice rápidamente la herida» y para caminar hacia «la normalidad mejorada» que sea «más inclusiva, sostenible e innovadora», ha agregado.

«Es una gran oportunidad para acelerar nuestra recuperación y modelar una Comunitat Valenciana verde, digital y protectora del siglo XXI» y para «rediseñar los sectores estratégicos de la economía valenciana», ha subrayado. Además, ha explicado que la Comunitat trasladará su carta de proyectos de reformas e inversiones dentro del Plan Nacional de Recuperación y Resilencia que España presentará en Bruselas antes del 15 de octubre para «influir desde la mirada valenciana» y «seleccionar, diseñar y presentar proyectos propios» para que reciban financiación europea.

Para coordinar todas las acciones se creará una Oficina Nova Generación UE, que contará con una comisión interdepartamental, un fórum para que participen las corporaciones locales y un grupo de consulta con expertos y emprendedores y el apoyo del IVIE y la Cátedra Prospect 2030 de la Universitat de València. Puig ha detallado diez líneas estratégicas de la Comunitat Valenciana para esos proyectos que «son un punto de partida», al que se «sumarán las aportaciones consensuadas de agentes sociales, institucionales y parlamentarios».

Seguridad sanitaria, con refuerzo de tratamientos, equipos y suministros o impulso a la atención primaria; empleabilidad, con conseguir pymes más competitivas y productivas y una industria capaz de adaptarse a eventos sobrevenidos; y el capital humano, con desarrollo de competencias digitales en educación, son tres de estas líneas.

También se encuentran la digitalización, con desarrollo de 5G, banda ancha y wifi gratuito, inteligencia artificial, supercomputación y ciberseguridad; la innovación, con convocatorias específicas que incentiven la ciencia y la I+D+i; la sostenibilidad, con la descarbonización y más eficiencia energética en edificios; y la inclusión y la justicia social, para combatir la pobreza.

Otros ejes son una administración más eficiente, con su digitalización y modernización; el reequilibrio territorial para corregir la despoblación y las concentraciones de población en la costa y potenciar la agricultura; y las infraestructuras, con colaboración público-privado y con especial incidencia en el Corredor Mediterráneo.

Puig ha valorado que la vacuna de ayer y del presente «se llama Europa» y ha concluido: «Seguiremos juntos porque no hay mejor vacuna para proteger nuestro futuro que Europa».

La oposición pide más concreción

Tanto PP como Ciudadanos (Cs) como Vox han solicitado tener más concreción de los proyectos, el dinero que se podría obtener y las condiciones y, aunque Puig ha dicho que le «gustaría entrar en más detalle», ha argumentado «que ni el propio Gobierno puede avanzar porque hay cuestiones que no se sabe cómo se van a ejecutar».

«Se trata de que, con estos principios, lleguemos a negociar con el Gobierno de España de forma multilateral y bilateral para tener la máxima vinculación, y que en los programas que presente España, estén las cuestiones que más nos importan», ha agregado.

La síndica del PP, Isabel Bonig, ha acusado a Puig de «ocultar» que el Consell declaró la emergencia sanitaria el 27 de febrero, lo que «ha costado 1.481 víctimas» y le ha instado a asumir responsabilidades y «pedir perdón», lo que el president ha negado y ha reprochado que confunda un expediente de emergencia con la declaración de emergencia.

Bonig ha criticado la falta de «convicción, ambición» y especialmente «concreción» a Puig en los fondos europeos, y ha añadido que «lo peor» es que «no tuvo plan para la covid, no lo tuvo para la desescalada y no lo tiene ahora para afrontar la crisis sanitaria, económica y social».

Le ha reprochado que sea un «hombre anuncio» porque «anuncia pero no concreta», y le ha pedido conocer los proyectos, cuánto dinero se podría conseguir y en qué condiciones.

No obstante se ha puesto a su disposición con cuatro propuestas: que lidere que esos fondos lleguen a las comunidades autónomas, evitar la propaganda y el clientelismo, criterios objetivos para los proyectos y nombrar a un comisionado independiente.

Puig ha asegurado que quieren liderar el acceso a esos fondos, que no hay propaganda, que ya propuso criterios objetivos y transparentes y que no quieren gastar más con un comisionado.

El síndic de Ciudadanos (Cs), Toni Cantó, ha asegurado que la comparecencia de Puig le había dejado «frustrado» porque esperaba «más contenido y concreción«, y ha insistido en que concrete cómo van a proteger el turismo, la industria y a los agricultores o cómo van a digitalizar la administración o sus políticas del agua.

Para la representante de Vox Ana Vega, lo que este jueves debería ser una sesión de control es «un mitin prevacacional, una oda a su mediocridad«, ha defendido que su grupo no se haya sumado al «compadreo del acuerdo firmado y la falsa normalidad» y ha criticado especialmente «la falta de concreción» sobre los fondos europeos.

El síndic socialista, Manolo Mata, ha valorado la «oportunidad de tener fondos incondicionales», mientras que desde Compromís, Fran Ferri ha señalado que los fondos «no son para estar eufóricos porque no son suficientes» aunque son «un primer paso» y Ferran Martínez (Podem) ha ofrecido el apoyo de su grupo para los nuevos desafíos.