La relajación de las restricciones a los contactos sociales que están permitiendo muchos países ante la reducción de los contagios del coronavirus, están siendo acompañadas en muchos casos por medidas que dificultan la entrada de personas procedentes del extranjero para evitar los llamados casos importados.

Así España, que entró en fase de desescalada ayer, ha anunciado este martes que, a partir del próximo viernes 15 de mayo, las personas procedentes de otros países deberán someterse obligatoriamente a una cuarentena de 14 días. De esta manera, lo establece una orden del Ministerio de Sanidad que fija las condiciones de cuarentena a las que deberán someterse los viajeros internacionales, una medida que ya se ha aplicado a las repatriaciones de españoles y residentes en España procedentes de Italia.

Quedan exceptuados los trabajadores transfronterizos, transportistas y las tripulaciones, así como los profesionales sanitarios que se dirijan a ejercer su actividad laboral, siempre que no hayan estado en contacto con personas diagnosticadas de coronavirus.

Las agencias de viaje, los tour operadores y compañías de transporte deberán informar a los viajeros de estas medidas al inicio del proceso de venta de los billetes. Como parte del desconfinamiento progresivo del país, el Gobierno español restablecerá también desde el viernes 15 y hasta el 24 de mayo los controles en las fronteras aéreas y marítimas.

¿Verano cancelado?

España se suma así a otros países europeos que ya imponen esta medida o piensan hacerlo, como el Reino Unido que inicia mañana la desescalada con la vuelta al trabajo del sector de la construcción y de manufactura, y que ha adelantado que impondrá una cuarentena de 14 días a los viajeros que aterricen en las islas británicas.

El ministro británico de Salud, Matt Hancock, advirtió además hoy de que es improbable que los ciudadanos del Reino Unido puedan salir al extranjero este verano de vacaciones, a pesar de que Ryanair ha anunciado que restaurará el 40 % de sus rutas a partir de julio. Preguntado en una entrevista con la cadena ITV si «el verano está cancelado», Hancock respondió: «Creo que probablemente ese va a ser el caso».

Dinamarca una segunda ola

Algunos países han ido más allá y cerraron sus fronteras cuando llegó la pandemia. Ese es el caso de Dinamarca que hoy dio por controlada la epidemia de COVID-19 en el país y descartó una segunda ola.

La primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, habló este martes de que existen «motivos fundamentales para el optimismo» ya que, a pesar de iniciar la desescalada hace un mes, la tasa de contagio se mantiene en el 0,7. Dinamarca, con 5,7 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 10.789 y 527 muertos -9,19 por 100.000 habitantes-, con una reducción constante de pacientes ingresados y en cuidados intensivos desde principios de abril.

Europa se prepara el verano más incierto. | Foto: Efe/ Epa/ Michael Reynolds

En esas buenas cifras se apoyó hoy el máximo responsable en infecciones del Instituto Nacional de Salud, Kåre Mølbak, para dar por descartado que Dinamarca pueda sufrir una nueva oleada del coronavirus a medio plazo. «Hemos aprendido mucho de la enfermedad, tenemos capacidad para hacer test y aislar a los expuestos al contagio«, dijo Mølbak. Y añadió: «No hay ningún país que haya visto una segunda oleada real, hay países que han visto cómo la propagación del contagio subía o bajaba un poco.”

A pesar de esta mejora, el Ejecutivo danés rechaza por el momento fijar una fecha para levantar la prohibición de entrar al país a extranjeros sin permiso de residencia. «Las fronteras deben abrirse de forma inteligente, teniendo en cuenta a los países vecinos, la Unión Europea, el riesgo de contagio y cuánta gente puede entrar», dijo la primera ministra.

Peticiones a favor de reanudar el tránsito

Pero en Alemania, por ejemplo, varios estados federados fronterizos apremian para que se flexibilice la cuarentena a los viajeros, mientras algunas regiones aceleran sus planes para acoger turismo nacional o internacional. «Necesitamos aligerar las medidas para la llegada de ciudadanos europeos, tal como ha empezado a hacer Francia«, afirmó el primer ministro del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, en una comparecencia ante los medios.

El líder del «Land» más populoso del país, fronterizo con Holanda y Bélgica, considera que esa flexibilización debe adoptarse esta misma semana. Esta opinión la comparten sus colegas de Renania Palatinado y el Sarre, zonas ambas junto a Francia.

En Alemania, están obligados a cumplir una cuarentena de 14 días aquellos viajeros que entran en el país, aunque se prevén algunas excepciones para quienes hayan estado menos de 72 horas fuera. A mediados de marzo se implantaron también controles en las fronteras, tanto en el tráfico terrestre como el aéreo y marítimo, medida que sigue vigente hasta el 15 de mayo .

Además, el Gobierno de Merkel prolongó recientemente hasta el 14 de junio la recomendación a sus ciudadanos de no viajar a ningún país del mundo y ha advertido repetidamente de que este verano muy probablemente las vacaciones se harán en el país.

Los poderes regionales consideran que el turismo interno alemán puede vivir una gran temporada, ante las restricciones impuestas a los viajes al extranjero.

Mientras, Francia trabaja a nivel europeo y bilateral para que la reapertura de fronteras en el espacio Schengen se haga de forma coordinada, y quiere evitar que los países miembros impongan medidas de cuarentena para quienes llegan del extranjero, como ha anunciado España.

«Velaremos para que en el espacio Schengen no se utilicen prioritariamente ese tipo de medidas«, dijo el secretario de Estado francés de Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne, con competencias en turismo, al ser preguntado este martes en teleconferencia de prensa por la decisión de las autoridades españolas.

Lemoyne recordó que la nueva ley francesa que prolonga el estado de emergencia sanitaria por el coronavirus contempla «la posibilidad» de aplicar ese tipo de cuarentena de 14 días a los que lleguen del extranjero, aunque no es obligatorio. De hecho, añadió que esa cuestión está siendo analizada con el Ministerio de Sanidad.

El titular de Sanidad, Olivier Véran, causó sorpresa hace diez días cuando anunció una cuarentena para todos los llegados del extranjero, pero a las pocas horas el Gobierno puntualizó que eso no se exigiría, al menos sistemáticamente, a los procedentes de otros países de la zona Schengen y del Reino Unido.

Y el pasado domingo, el Elíseo indicó que el Reino Unido tampoco la impondrá a quienes lleguen de Francia, después de que el presidente, Emmanuel Macron, hablara con el primer ministro británico, Boris Johnson.

Bruselas quiere poner orden

Ante este anuncio, la Comisión Europea (CE) advirtió este martes de que los países que preparan planes para imponer cuarentena obligatoria a los viajeros recién llegados deben seguir criterios científicos a la hora de aplicar exenciones, y no basarse únicamente en pactos bilaterales como el de Francia y el Reino Unido.

El portavoz de Transporte de la CE, Stefan De Keersmaecker, subrayó la importancia de que las medidas de cuarentena o exención de la misma «se tomen en pleno respeto de opiniones científicas y epidemiológicas«. «Esperamos que el Reino Unido, por ejemplo, aplique las mismas excepciones a gente que llegue de otros Estados miembros que se encuentren en la misma situación epidemiológica«, dijo.

El portavoz indicó que las situaciones epidemiológicas similares son el «punto de partida» para Bruselas de cara a evaluar estas iniciativas; en cualquier caso, valoró positivamente que haya cooperación entre países para debatir estas excepciones, como Bruselas lleva pidiendo desde el inicio de la pandemia.

La Comisión Europea presentará mañana miércoles un paquete con iniciativas sobre turismo y transporte que prevé aportar claridad sobre la progresiva reapertura de fronteras y la movilidad mientras se gestiona la emergencia sanitaria.

Portugal busca fórmulas para salvar el turismo

El Gobierno de Portugal dijo ya que está en contacto con diferentes países europeos de cara a acoger en la época estival emigrantes de origen portugués provenientes de Francia, Alemania, Luxemburgo o Suiza, además de turistas que deseen cruzar la frontera con España.

El secretario de Estado de Salud luso, António Lacerda Sales, explicó en rueda de prensa que ya están en contacto con el Gobierno español para articular las medidas necesarias para que visitantes llegados desde España puedan cruzar la frontera. Aclaró que todo dependerá de cómo evolucione la pandemia de Covid-19 y de los resultados de la desescalada portuguesa, que comenzó el pasado 4 de mayo.