La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha anunciado hoy una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento en la zona euro. Según afirmó en rueda de prensa, en el tercer trimestre del año el PIB fue del 0,2 %.

Lagarde achacó este bajo cecmiento a la debilidad del comercio internacional y las incertidumbres que frenan el crecimiento de la inversión. Sin embargo, aseguró que se aprecia una estabilización en la desaceleración del crecimiento en la zona euro.

La presidenta aseguró que servicios y construcción son los sectores resistentes y para el futuro prevé creación de empleo y aumento salarial, así como un crecmiento continuo, aunque más lento.

Las proyecciones del eurosistema prevén que para este año el PIB en la zona euro se quede en el 1,2 %; un 1,1 % para el próximo año y recuperará hasta el 1,4 % en los dos años siguientes.

En cuanto a la inflación, las previsiones se han revisado ligeramente al alza. El BCE prevé para este año un 1,2 %, que se reducirá una décima el próximo año, para repuntar al 1,4 y el 1,6 % en 2021 y 2022.

Christine Lagarde ha defendido intensificar las políticas estructurales para impulsar la proeuctividad y reducir el desempleo estructural.

En cuanto a las políticas fiscales, confía en una política expansiva en la zona euro que servirá para dinamizar la actividad económica. Por lo que se refiere a los países altamente endeudados, Lagarde recomienda políticas prudentes para cumplir con los objetivos de equilibrio estructural.

«Todos los países -declaró- deberían intensificar sus esfuerzos para lograr una composición de las finanzas públicas más favorable al crecimiento».

Por último, la presidenta del BCE hizo un llamamiento para mejorar el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria y completar la unión bancaria y de los mercados de capitales.