La Fiscalía Anticorrupción ha puesto hoy el foco en «la carrera de obstáculos» que Rodrigo Rato, Francisco Verdú, Sergio Durá y Miguel Ángel Soria construyeron para evitar el afloramiento de deterioros en las cuentas de la entidad de 2011.

Carmen Launa ha señalado directamente al interventor Sergio Durá y al entonces responsable de auditoría interna, Miguel Ángel Soria, de evitar la entrega de las tasaciones de activos inmobiliarios, inventarios y estdos financieros al auditor externo.

Si ayer Launa reprochaba a Francisco Celma de su falta de diligencia en las cuentas de 2010, hoy le exculpa de responsabilidad sobre las de 2011, dado que no se entregaron los datos solicitados y cuando se enviaron fue con deficiencias en su elaboración.

En este sentido, Anticorrupción considera acreditado que Soria «fue una de las piezas fundamentales para seleccionar la entrega de documentación solicitada», mientras que Durá «conocía los deterioros existentes y coordinó la obstaculización de la labor auditora».

La fiscal ha incidido en la preparación académica y profesional que respaldaba a los miembros de los comités de auditoría de Bankia, quienes «tenían recursos intelectuales más que suficientes para entender las valoraciones expuestas por Celma». EFECOM