Los dos aeropuertos más importantes de la Comunidad Valenciana son, de momento, inmunes al brexit. Ni siquiera la incertidumbre de una posible salida abrupta de la Unión Europea por parte de Reino Unido supone un frenazo al tránsito de pasajeros provenientes de territorio británico.

Es más, la estadística arroja que el Aeropuerto de Valencia ha registrado la mayor cifra de transeúntes de los últimos 15 años en el mes julio: 85.772. En cuanto al Aeropuerto de Alicante-Elche, se trata del dato más alto de la última década: 660.122 personas han aterrizado allí desde aeródromos británico en julio.

A poco más de dos meses para que culmine el brexit, las estadísticas facilitadas por Aena reflejan asimismo un crecimiento interanual en comparación con julio de 2018. Tanto en Valencia como en Alicante. En el primero, el aumento ha sido del 11,1%. En El Altet, la subida ha sido de casi siete puntos porcentuales (6,7%), con 40.000 viajeros más que en el mismo mes del año pasado. Año en el que, por cierto, se registró una caída del 10´2% con respecto a un 2017  en el que las cifras en Alicante tocaron techo y establecieron el récord de la década para julio: 688.592 transeúntes volaron a la provincia alicantina desde Reino Unido.

Valencia ha obtenido en 2019 un hito que a Alicante se le ha resistido. Mas el porcentaje de personas provenientes de Reino Unido, en julio, es muy superior en El Altet. Porque mientras, en Manises, el mercado británico es de solo una décima parte si se compara con el número total de pasajeros (858.784), prácticamente cuatro de cada diez personas que aterrizan en suelo alicantino provienen del país anglosajón. Supone un 38% del total (1.721.537) de viajeros que han llegado a Alicante en el reciente y ya pasado mes de julio.

Hasta la fecha, la conclusión es que no hay brexit que pare el aumento de transeúntes que vienen de Reino Unido a la Comunidad Valenciana. Si se cogen datos de julio 2009 y se comparan con los de este año, las cifras no han hecho sino crecer. En Alicante, el registro es un 36% superior al de hace 10 años, cuando el número de turistas que vinieron desde las islas británicas fue de 484.853. En Valencia, hablamos de que lo registrado en julio de este año es un 69,9% mayor a lo de 2009, año -y mes- en el que 50.472 cogieron un avión desde un aeropuerto británico, por los 85.772 que lo hicieron en el séptimo mes de 2019.

Qué duda cabe acerca de que el incremento del tránsito en los aeropuertos está íntimamente relacionado con el ´boom´del turismo. Las facilidades hoy disponibles para viajar no son las mismas que las de diez años atrás. Y, si bien podría parecer que el brexit va a afectar a uno de los mercados turísticos más importantes de España en general y de la Comunidad Valenciana en particular, el escenario, por ahora, no es ese. Al contrario.

Poco más de tres años han pasado desde que se celebrara la consulta en la que se preguntaba a los británicos si preferían abandonar o permanecer en la Unión Europea. Desde el referéndum, que tuvo lugar el 23 de junio de 2016 y que se saldó con un 52% a favor del brexit y un 48% del remain, no ha habido en Valencia ningún julio en el que se registrara un descenso de pasajeros ‘británicos’. La media de los crecimientos interanuales desde julio de 2016 -inclusive- hasta el mismo mes de 2019 es de un -cuanto menos- llamativo 16%. Por contra, la media del crecimiento interanual para los seis años restantes de la década es de solo el 0,6%.

En lo que respecta al Aeropuerto de Alicante-Elche, durante los julios posteriores al referendo solo en uno de ellos se produjo un decrecimiento interanual. Fue, como se apuntó con anterioridad, en julio de 2018. Aun así, la media de ese crecimiento interanual registrada después de junio de 2016 sigue siendo mayor que la de esa fecha para atrás -hasta 2009-, siendo la primera de un 7,2% y quedándose la segunda en un promedio (0,6%) igual al del aeropuerto en Valencia.

Reino Unido abandonara definitivamente la Unión Europea el próximo 31 de octubre a las 23:00 horas (GMT). Boris Johnson, primer ministro británico, lo ha repetido por activa y por pasiva: habrá brexit con o sin acuerdo. Sobre el papel, y mientras Reino Unido almacena víveres por valor de más de 4 billones de euros, las consecuencias de una salida ordenada serían menores a las de una salida abrupta.

Se desconocen todavía los daños colaterales que podría provocar ese segundo escenario. El propio Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, reconoció hace poco que esos daños colaterales de un pos-brexit duro no se han medido todavía. Así que, de momento, solo el tiempo dirá si los aeropuertos de la Comunitat siguen o no siguen siendo inmunes a la marcha del país británico de la UE.