Las cinco grandes entidades financieras españolas obtuvieron un beneficio neto conjunto de 7.227 millones de euros en la primera mitad de 2019, un 12 % menos que un año antes, debido en algunos casos a los menores ingresos y, en otros, a los costes derivados de los ajustes acometidos. Las cuentas de estas entidades –Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell– reflejan caídas interanuales en sus ganancias en todos los casos, excepto el Banco Sabadell, que disparó su beneficio un 341 % por las menores provisiones y la ausencia de costes extraordinarios de su filial británica, TSB.

El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 3.231 millones de euros, que fue un 14 % inferior al logrado un año antes, después de dotar 814 millones en cargos por costes de reestructuración en España y Reino Unido.  La entidad, que desveló sus cuentas el pasado 23 de julio, aprobó ese mismo día en junta extraordinaria de accionistas una ampliación de capital por importe de unos 2.500 millones de euros para comprar el 25 % de su filial mexicana que estaba en manos de particulares. También anunció en ese mismo foro que defenderá con «contundencia» su decisión de no contratar finalmente como consejero delegado al financiero italiano Andrea Orcel, comunicada el pasado enero, debido al elevado y, según dijeron, inesperado coste que tendrían que asumir.

A continuación se situó BBVA, que logró un beneficio neto de 2.442 millones de euros, un 3,7 % menos que un año antes, condicionado por el mayor deterioro de los activos financieros, consecuencia de las mayores necesidades de provisiones en EEUU, México y Turquía, especialmente en el primer trimestre. La entidad afronta en estos momentos el impacto que supone su imputación en el caso Villarejo por los delitos de cohecho, descubrimiento y revelación de secretos y corrupción en los negocios por la contratación del excomisario a cambio de supuestos espionajes.Para el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, el escándalo sobre este tema no ha tenido impacto directo en el negocio de la entidad, aunque ha admitido que el que se hable tanto del asunto acaba afectando negativamente a la reputación y la imagen del banco.

CaixaBank ganó 622 millones de euros, un 52 % menos, al tener que asumir en el segundo trimestre el coste del ERE pactado en mayo con los sindicatos, que afecta a 2.023 empleados y le supondrá un gasto de 978 millones.

Banco Sabadell obtuvo un beneficio neto de 532 millones de euros, un 341 % más que en el mismo período de 2018, por las menores provisiones que tuvo que dotar y por la ausencia de los costes extraordinarios que asumió el año pasado por TSB.

Bankia, por su parte, ganó 400 millones de euros, un 22,3 % menos, debido, fundamentalmente, al recorte de la partida correspondiente a operaciones financieras (ROF), que cayeron más del 50 %, aunque su negocio puramente bancario se mantuvo. El banco ha descartado su objetivo de ganar 1.300 millones en 2020 debido al impacto de los tipos de interés negativos, aunque confía en generar los 2.500 millones de capital previstos en su plan, que destinaría a repartir un dividendo extraordinario y en efectivo.

EFECOM