El campo de la tecnología es donde el diseño está cogiendo más fuerza. Es evidente que está cambiando nuestra vida, y sobre todo la parte más digital, aunque esta no tiene mucho sentido de ser si su conexión con el usuario no es la más precisa. Y es aquí donde este equipo, diseño + tecnología, tiene verdadera razón de ser. Esta combinación está cambiando nuestra manera de entender el mundo, de relacionarnos con él y sobre todo entre nosotros mismos.
Es cierto que en nuestro entorno parece que la tecnología nos acompaña cada día, pero cuando te comparas con otros lugares como NY nos damos cuenta de que el uso que hacemos de la tecnología es aún muy justo. Las grandes vallas, así como cualquier otro soporte publicitario, escaparate o punto de información, han sido todos invadidos ya por la tecnología. También es más que evidente, en una ciudad tan turística y transitada, cómo está afectando el uso de los teléfonos y dispositivos inteligentes en esta comunicación.
Todo esto parece evidente y seguro que no sorprende que el diseño en relación con la tecnología sea aún tendencia. Pero el punto del espectro, en el que me quiero centrar de este binomio, no es este. Quiero apuntar en una visión que, aunque sensata, por lo que parece, todavía nos cuesta incorporar.
Hemos dejado claro cómo el diseño ayuda a que la tecnología sea más innovadora, y cómo la suma de estos dos nos abre un abanico de posibilidades infinitas, pero lo verdaderamente interesante, y es lo que está por consolidar en nuestro sistema, es la incorporación de la propia tecnología en el mismo diseño. Y no hablo de la fase de creación o de incorporarlos en sus procesos de fabricación, sino a que ésta forme parte esencial del propio producto final… ¿Cuántas veces has visto moda inteligente? ¿Sabrías dónde comprar joyería con movimiento o interactiva?
Diseño y ciudad (Design City)
Por ultimo y puede que muy relacionado con todos los bloques anteriores, el diseño cada vez está y estará más presente en lo que se refiere la creación de ciudades. Algo que parece evidente, sobre todo si hablamos de arquitectura o diseño del mobiliario urbano.
Pero por aquí no va el asunto. La verdadera innovación viene a la hora de aplicar el diseño y el pensamiento creativo, a la hora de diseñar los espacios urbanos conectándolos conscientemente con las personas que los habitan. Como apuntaba, es algo que está también muy relacionado con el diseño de experiencias, pero en este caso desde un ámbito más público, global, transversal y plural, que aportan otro tipo de beneficios más allá de los económicos.
El nuevo diseño de las ciudades está orientado a aportar un nuevo mensaje urbano, a reposicionar la ciudad como un espacio más eficiente, saludable, que ayude verdaderamente en la mejora de la salud de las personas. Un diseño que, además de mejorar el paisaje y los aspectos funciónales del entorno permitan una mejor habitabilidad, un hábitat más sostenible y comprometido con la calidad de vida y que apueste por el desarrollo social.
Puede que, en este bloque, sí que hayamos recorrido un camino interesante, sobre todo porque hay una intención clara y directa de las administraciones para seguir en esta dirección, pero es un asunto en el que no nos podemos relajar, sobre todo porque el resultado de lo que se diseñe nos afectará directamente en nuestra calidad de vida.
Como conclusión me gustaría destacar dos ejemplos claros de intervención en la ciudad, vivido en mi paseo por NY: El primero muy cercano a lo que podría pasar en una ciudad como la nuestra. Es el caso del «Brooklyn Bridge Park» una reinvención de una zona portuaria en la que se ha diseñado una enorme zona de ocio, dividida en seis grandes plataformas donde se mezclan zonas deportivas con diferentes ofertas, ocio y relax, restauración, zonas verdes, hasta parques infantiles con laboratorios de agua y arena para los más pequeños.
Por otro lado, y como un simple detalle creativo, es grato pasear por esa ciudad y ver cómo han intervenido ciertos andamios de obras para fachadas, convirtiéndolos, por ejemplo, en agradables túneles verdes por los que apetece pasar.
*Fotografía de: Sergio Arias Ramón