El proceso de reformular el tejido productivo de la Comunitat Valenciana tiene en el diseño uno de sus más potentes aliados: saber qué, cómo y para quién fabricar y comunicarlo de la forma adecuada. Sacar todo el provecho posible del diseño pasa por conocer su impacto, una tarea nada fácil ya que se trata de un componente a veces difícil de definir y cuantificar.

Tras el estudio presentado hace unos meses por la ADCV, se publica ahora el exhaustivo informe realizado por el Ivie a petición de la Generalitat. Un informe que proporciona datos no sólo referidos a la Comunitat Valenciana, sino también de España y de la Comunidad Europea.

Hay que destacar que se trata de la primera investigación de este calado que se realiza en España sobre el impacto económico del diseño.

El estudio utiliza la misma metodología que la de la Comisión Europea lo que permite tener parámetros homogéneos. Tenemos así una panorámica que permite comparar y determinar los aspectos en los que hay que actuar.

En cuanto a Europa, teniendo en cuenta que el último estudio estadístico se ha realizado con datos de 2011-2013, es decir, en plena crisis económica, estima que la contribución de los sectores intensivos en empleo supone el 13,4% del PIB y el 11,9% del empleo.

En esta clasificación, España se sitúa en una posición muy baja con una participación en el PIB del 10,1% y del 9,4% en empleo. Sólo Chipre, Grecia y Letonia ocupan posiciones inferiores en cuanto al PIB.

El estudio del Ivie se ha realizado con datos estadísticos de 2016, de modo que actualiza los resultados del informe de la CE y que demuestran un mayor peso de los sectores intensivos en diseño tanto en el PIB como en el empleo, si bien todavía por debajo de las medias europeas.

Cerámica, motor y calzado son los sectores más intensivos en diseño que más aportan al PIB de la Comunitat Valenciana

Los resultados demuestran que el impacto económico del diseño en la Comunitat Valenciana es muy superior a la media nacional. Si supone el 10,3% del PIB en términos nacionales, el porcentaje referido a la Comunitat Valenciana asciende hasta el 13.4% y si hablamos de empleo la comparación es del 9,8% en términos nacionales contra el 13,2% de la Comunitat Valenciana, lo que incluso la sitúa por encima de la media europea que era del 11,9%.

La buena noticia es que tanto en términos de PIB como de empleo, el impacto del diseño en la Comunitat Valenciana es equiparable a la media europea, e incluso un poco por encima de los datos comunitarios publicados en 2016.

¿Qué sectores se incluyen dentro de los intensivos en diseño en la Comunitat Valenciana? A la cabeza se sitúa la industria cerámica que representa el 9,2%, seguida de la fabricación de vehículos con el 7%. En tercer lugar figura la manufactura de calzado (5,4%); pinturas, barnices y tintas (4,8%); productos de plástico (3,2%) y componentes de vehículos (3,1%).

Si nos centramos en el empleo, a la cabeza se sitúa el sector del calzado (9,6%); industria cerámica (5,1%); fabricación de vehículos (3,5%): comercio de prendas de vestir y calzado (3.5%) y fabricación de plástico (3,4%).

Las empresas intensivas en diseño son más competitivas, más rentables y más exportadoras

Como señala el informe, «la aportación del diseño a la economía va mucho más allá de la actividad económica que genera la rama de actividad en la que están los diseñadores» y que se identifica con la CNAE 7410. Esta rama generó 115 millones de euros en valor añadido y 969 empleos en la Comunitat Valenciana.

Del análisis de los datos deriva una conclusión importante: las empresas valencianas intensivas en diseño en comparación con las que no lo son resultan ser un 29% más productivas, un 19% más rentables y son el triple de exportadoras. Además  facturan un 66% más y generan un 8,5% más empleo.

Si las comparamos con la media nacional, las valencianas son más pequeñas, pero un 40% más productivas y exportan 2, 1 puntos porcentuales más.

El diseño es, por lo tanto, una apuesta segura por sus efectos positivos en empresas. Como arguye el informe del Ivie, fomenta la innovación, la competitividad y el crecimiento económico a medio y largo plazo. La recomendación es obvia; hay que aumentar el peso de los sectores intensivos en diseño y desarrollar políticas industriales y formativas en este sentido.