La campaña para las elecciones europeas del 26 de mayo ha estado marcada por la preocupación ante el auge de posiciones antieuropeístas que amenazan el proyecto europeo. Frente a aquellos que quieren romper a la Unión surge un movimiento que busca todo lo contrario. Se trata de Volt Europa, el primer partido político paneuropeo, que presenta su candidatura de forma simultánea en ocho países de la Unión Europea, algo que nunca antes había logrado ningún partido.

En España el cabeza de lista al Parlamento Europeo es Bruno Sánchez-Andrade, científico, doctor en Astrofísica. Trabajó para la NASA en EEUU. Fue asesor del Banco Mundial y está implicado en proyectos de impacto social. Hablamos con él sobre los retos que enfrenta la Unión Europea.

-¿Cómo nace Volt Europa?

-El partido Volt Europa nace de una francesa, un italiano y un alemán el día que se anunció el brexit. Los movimientos antieuropeístas se están moviendo mucho y hace falta un movimiento proeuropeísta. Nace como una respuesta proeuropea al brexit.

La idea nace con esa seña de identidad de sentirnos europeos. Desde el principio la idea es intentar crear una estructura en la que haya partidos políticos en todos los países bajo un mismo nombre y programa, y crecer de esa forma.

-El nombre de Volt tiene una historia detrás, ¿no es así?

-Volt es Volt de voltio, de electrizar. De hecho, el primer nombre del partido político era Vox. Pero cuando empezaron a ver que ese nombre ya estaba pillado en España y que representa diametralmente lo opuesto, pues tuvimos que cambiar de nombre.

Les gustaba la Vo, les gustaba lo de electrizar  y entonces se cambió al nombre de Volt. Luego el color se escogió el morado porque es un color que no se usa mucho en Europa. Pero es lo que tiene tener un partido político que es europeo, de nuevo en España ya hay otro partido político que es Podemos que utiliza el morado, pero bueno, en este caso no pudimos tener dos strikes de cambiar las cosas a nivel europeo y se quedó Volt y morado.

-¿Qué retos enfrenta la Unión Europea?

-Para mi son tres los retos que tenemos. Uno es autoimpuesto, que es el auge de los movimientos antieuropeístas, que irónicamente están bastante unidos en Europa. Ese es un reto muy grande. Contrarrestarlo o mostrar las sombras que implicaría ese mercadeo del miedo, es un reto que tenemos.

Aquellos votos que ganen los partidos antieuropeístas traen una mochila de caos y de mercadeos de miedos y polarizaciones. Por eso va a ser complicado, no solamente por su ideología sino también por como la han conseguido. Ese va a ser un reto importante para la siguiente legislatura.

Obviamente la segunda para mí, muy importante, es el cambio climático. Tenemos que afrontarlo y afrontarlo de forma rápida y sin paliativos y de forma que no paguen aquellos que no tienen otras opciones. Hay que actuar contra el cambio climático, pero hay que hacerlo de forma que sea socialmente sostenible.

«Hay que actuar contra el cambio climático, pero hay que hacerlo de forma que sea socialmente sostenible»

Hay muchas formas de hacerlo, desde cosas tan básicas como quitar los subsidios a combustibles fósiles o poniendo imposiciones a contaminar, o inversiones en alternativas renovables. Hay un montón de cosas que se pueden hacer.

Y la tercera sería el futuro del trabajo y la cuarta revolución industrial. Qué implicación van a tener todos estos avances tecnológicos en nuestra economía y en nuestra forma de vivir. Eso va a ser un reto muy importante pero que creo también puede cerrar el círculo con temas como el cambio climático o la España despoblada porque puede ofrecer nuevas oportunidades de economía digital, nuevas oportunidades de integración y nuevas oportunidades de un renacer económico que lo necesitamos.

-Han tenido problemas para presentar vuestra candidatura en diversos países pese a estar presente en 32, de los que habéis intentado en 12 y son 8 al final en los que presentáis lista, ¿qué cambiaríais?

-Nos parece muy poco democrático que para poder presentarte a las elecciones debas tener 800.000 euros, que es el caso de Francia. En Italia hacen falta 150.000 firmas con un mínimo de firmas en cada provincia, eso me parece un impedimento bastante grande que en otros países no tienen.

Una de las cosas que proponemos es, no solamente estandarizar las formas en que tienes derecho a sufragio pasivo, a que te elijan, sino que sea mucho más fácil que cualquier partido político presente listas con gente de toda Europa.

En España, por ejemplo, tenemos personas de otras nacionalidades en la lista. Esas cosas creo que fomentan la identidad europea. Cuando tú votas una lista de Volt en España, no solo votas por los intereses españoles sino que votas esa identidad europea.

-El número 4 de Volt Europa en las listas al Parlamento Europeo, Julio Guinea, comentaba que uno de los peligros es la deshumanización, ¿a qué se refería? 

-Humanizar la política respecto a la crisis de las migraciones. Cuando dejamos morir a gente que viene, que su mejor opción es cruzar África, pagar a las mafias y meterse en un cayuco para morir en el Mediterráneo y luego no dejarlos entrar en el puerto.

Humanizar la política quiere decir que hay que reconocer que es un problema, que no hay que cerrar los ojos y hay que trabajar en cómo lo solucionamos juntos como Europa. Por ejemplo, dejar de hacer el acuerdo de Dublín que dice que el inmigrante tiene que quedarse en el país en el que pone el pie primero. Eso nos parece bastante injusto a nivel europeo.

También que tenemos que apoyar más a los paísies desde los que vienen esos inmigrantes. Para por ejemplo ver si es posible que retorne una vez  que haya estado aquí o para ver como quitar las mafias que están llevándose un monton de dinero de estas poblaciones que están en riesgo.

-Con el auge de los movimientos antieuropeístas, ¿está en peligro el proyecto europeo?

-No creo que este en peligro, pero si que es un punto decisivo, un punto de inflexión para los europeos que nos sentimos europeos. El 80% de los españoles se sienten europeos. Tienen la responsabilidad de aceptar esa identidad y votar en consecuencia.

Porque si no, la alternativa es dejar de ser la segunda potencia económica mundial, la alternativa es dejar de ser los que más apoyan en temas humanitarios, la alternativa es dejar de tener 400 millones de personas que podemos cuidar y trabajar juntos, la alternativa son poralizaciones ideológicas y caos y mercadeos del miedo. Las alternativas no son buenas para nadie más que para quien gana a corto plazo los votos a costa de esos mercadeos.

-¿Cómo ven sus posibilidades para entrar en el Parlamento Europeo?

-Es un partido joven, pero es un partido que está presente en toda Europa. Aunque sí que es cierto que es tenue, no somos tan conocidos pero cada vez más la marca Volt Europa crece. El movimiento paneuropeo y social, Volt Europa, no tiene vuelta atrás y va a seguir creciendo. Yo estoy convencido de que vamos a entrar. En las encuestas nos dan más de un eurodiputado en, al menos, Alemania y Holanda. En España nuestras expectativas son conseguir al menos uno.

-Ya por último preguntarle por cuáles son las medidas que considera que deberían aplicarse en la próxima legislatura de forma urgente. 

-De urgente aplicación hay varias medidas que se pueden hacer. Una en torno a la participación ciudadana y al compromiso de Europa con los europeos. Si queremos atajar el antieuropeismo tenemos que mirarnos al espejo y ver que significa ser europeísta y trabajar en consecuencia.

Para mi el paneuropeísmo es una identidad que es urgente de sacar. Quitaría el bloqueo a muchas medidas que tenemos que hacer como por ejemplo reformar el Banco Central Europeo, que tenga sostenibilidad social y ambiental, no solamente monetaria.

Por otro lado, tenemos que trabajar para tener iniciativa legislatica en el Parlamento Europeo. No solamente para votarla, porque eso nos haría ser más democratícos. Tenemos que reformar el Consejo de la Unión Europea que ahora mismo trabaja más por consenso que por decisiones democráticas. Hay muchas cosas que tenemos que hacer. Tenemos que afrontar el cambio climático y el futuro del trabajo.

Esas son todas urgentes. Si tuviera que decir dos, una es pasar de identidad pasiva europea a identidad activa europea y dos el cambio climático.