El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante (Apa), Juan Antonio Gisbert, prevé que el Consejo de Administración podrá aprobar el proyecto de construcción de la nave cerrada para la carga y descarga de graneles sólidos a finales de este mes de marzo o principios de abril. En un desayuno de trabajo celebrado con los medios de comunicación, Gisbert ha confirmado hoy que cuentan “desde hace días” con el proyecto y que se encuentran en plena fase de estudio. “Nuestra primera impresión es que no se adapta íntegramente al proyecto básico que se presentó y por lo tanto necesitará de una modificación que en estos momentos estimamos no será sustancial”, adelantó.

La nave excede el tamaño previsto en el proyecto básico aunque, en opinión del presidente de la Apa, la diferencia no es tanta como para dilatar el proceso de una manera significativa. La terminal contaba en el documento  inicial con una superficie de 22.000 metros cuadrados y una nave cerrada de 362 metros de longitud por 50 de anchura y 17 de altura.

El Puerto adjudicó en julio del pasado año al grupo Eiffage el concurso para construir y explotar durante 30 años en el muelle 17 esta terminal de mercancías sólidas a granel. La inversión prevista alcanza los 8 millones de euros. Con esta instalación se dará respuesta a la demanda vecinal de los los barrios colindantes que desde hace años vienen expresando su malestar por la contaminación ambiental ocasionada, según denuncian, por los actuales movimientos  a cielo abierto.

Juan Antonio Gisbert ha explicado que tras el visto bueno de la Autoridad Portuaria, la Generalitat Valenciana deberá dar la pertinente autorización de emisiones a la atmósfera y el Ayuntamiento de Alicante la licencia oportuna para el comienzo de las obras.” Estoy seguro de que estas administraciones están absolutamente interesadas en tramitarlas a la máxima velocidad”, ha asegurado. En su opinión, si no se producen contratiempos, la construcción podría comenzar el próximo mes de junio. El plazo máximo de ejecución de las obras es de un año.

Con ello se logrará, según el presidente de la APA “que no haya emisiones por parte del movimiento de graneles porque la nave cerrada estará dotada de una tecnología que permitirá que no salga nada de ella”. Gisbert ha defendido, no obstante,  que “en todo momento”  han estado cumpliendo los niveles de contaminación que la ley permite. “Nunca ha habido un informe negativo. Claro que existe contaminación, como en otros ámbitos, pero dentro de los parámetros legales”, ha asegurado.

En este sentido ha recordado que, además de los informes preceptivos de control que marca la ley, la Autoridad Portuaria encargó además un estudio externo que fue realizado por expertos de la Universidad de Alicante y que contó con mediciones y parámetros más exhaustivos. El estudio, que se prolongó durante un año, certificó igualmente que la actividad portuaria cumplía con la legislación en materia de contaminación ambiental y aportó una serie de recomendaciones de mejora que el puerto comenzó a aplicar para paliar el efecto del movimiento de los graneles pero que ahora, con la construcción de la nave cerrada, dejarán de ser necesarias. “Muerto el perro, se acabó la rabia”, afirma.

No obstante, Juan Antonio Gisbert ha advertido que no toda la contaminación registrada tiene que ver con la actividad propia del puerto. “Quitará argumentos, pero seguirá habiendo problemas”, ha manifestado.

 Nueva marina deportiva

El presidente de la Autoridad Portuaria ha adelantado, por otro lado, que en estos momentos hay tres empresas interesadas en presentarse al concurso público para la construcción y explotación de la nueva marina deportiva prevista en el entorno de la zona Volvo – muelles 10, 12 y 14- y que fue aprobado en la última reunión de la Apa.

Juan Antonio Gisbert ha afirmado que Alicante va a entrar en esta materia en competencia con el Puerto de Málaga, que también ha sacado a concurso una nueva marina, y con Ibiza, que se encuentra a punto de  hacerlo.