La asamblea de Uepal ha aprobado esta mañana su fusión con Cepyme Alicante. El visto bueno del órgano empresarial ha sido una mera formalidad, pues su presidente Juanjo Sellés ya lo anunció. Ahora ambas organizaciones tendrán que trasladar al ámbito jurídico este acuerdo.

De igual a igual es el principio que marca esta propuesta con la que Sellés ha abordado su fusión con Cepyme pues, desde Uepal, se ha incidido en que «los derechos y obligaciones, así como las organizaciones miembro de Cepyme, formarán parte de una única asamblea con los de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante, existiendo una única entidad».

“Esta fusión supone la unión de fuerzas, un paso más en nuestra labor que no es otra que la de defender los intereses del empresariado alicantino; sumando de esta manera la representatividad las pymes de la provincia”, ha declarado el máximo representante de Uepal.

La asamblea ha aprobado también la conformación de su nuevo Comité Ejecutivo del que forman parte el propio presidente y otros 14 empresarios. Están Cesar Quintanilla, Francisco Ortiz, Antonio Fuster, María Miñano, Mª Salud Torrelló, Francisco Gómez, Eladio Aniorte, Miguel Baena, Sergio Gómez, José Rizo, Diego Menor, Javier Verdú, Jorge Brotons y Juan José Hernández. Además, se ha informado a los asistentes de la puesta en marcha de diferentes convenios de colaboración con organismos públicos y privados en los próximos meses.

Nuevas críticas a los PGE

Juan José Selles ha aprovechado esta asamblea para ser muy crítico con los Presupuestos Generales del Estado que considera injustos con Alicante, ya que “le han otorgado a la provincia un 40% menos de la inversión que le corresponde”, ha declarado. El presidente considera que los presupuestos “no deben ser una declaración de intenciones, son un contrato a cumplir, y como tal la falta de ejecución, que presumo se verá en un futuro, debería tener consecuencias.”

Para Sellés, “el Gobierno considera que todo vale, los gastos superan con creces los ingresos, revisan a la baja los ingresos y van aumentando los gastos comprando votos para poder aprobarlos, con la certeza de no poder ejecutarlos y con la esperanza de mantener los cargos. Estos presupuestos no muestran las inversiones más necesarias y ni muchos menos las más anheladas ni por alicantinos ni por muchos españoles”.