La provincia de Alicante cronifica su lenta recuperación socioeconómica

La provincia de Alicante cronifica su lenta recuperación socioeconómica

Los indicadores socioeconómicos de la provincia de Alicante empiezan a hacer aguas y aún no ha acabado el año. Lo que ayer llamó el presidente de Ineca, Rafael Ballester, como situación de «stand by» empieza a ser una música que se repite y que no encuentra manera de reactivarse. Los datos del Informe de Coyuntura del tercer trimestre dejan unos tibios positivos que, frente al empuje nacional, dibujan un panorama gris para los alicantinos.

Hay ciertos indicadores que demuestran que la economía sigue moviéndose cómo es el del número de afiliados, el de la creación de empleo -aunque a menor intensidad que en años anteriores- y el del número de empresas, pero otras variables como el turismo y la construcción (nuevos visados) se ralentizan debido a diferentes factores, muchos de ellos externos.

El presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante puso la puntilla al indicar que no sólo perdemos la «estela de otros territorios que se revelan más competitivos«, sino que, «además disfrutan de una mejor financiación pública«. En este sentido, «tenemos que insistir en la importancia de la mejora de la financiación, a nivel estatal y autonómica, para reducir la brecha territorial que en el caso de la provincia de Alicante sigue aumentando año a año».

La provincia de Alicante sigue presentando un tejido productivo dinámico, y el aumento del capital social medio en un 37,1% hasta el mes de septiembre así lo demuestra, y con altibajos, se va acercando a la media de España en este indicador (capital social). No obstante, Ineca alertó del aumento de sociedades disueltas. Este dato puede tener dos lecturas: una, que se trata de emprendedores forzosos y que al encontrar un trabajo por cuenta ajena hayan decidido volver a este régimen, y dos, que hayan tenido que extinguir la sociedad por las dificultades del mercado. Hasta que finalice el cuarto trimestre no podremos comprobar si el aumento de las disoluciones es un hecho puntual o se convierte en tendencia.

El director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, apuntó que la afiliación es una de las variables que mejor se ha comportado. La provincia de Alicante se situó en septiembre en 492.897 trabajadores, lo que nos acerca a la cifra mágica de de julio de 2007, cuando se alcanzó el máximo histórico con 514.744 empleados.

Al respecto, el presidente de Ineca ha indicado que “constatamos con satisfacción que el tamaño medio empresarial (número de empleados por empresa) de la provincia sigue creciendo, y a un mejor ritmo que el resto de España. Este debe ser el gran desafío de la provincia. El tamaño es importante y necesario para incorporar nueva tecnología, para abrir nuevos mercados y para poder actuar de forma más solvente frente a la competencia. El aumento de tamaño empresarial, junto con la mejora de la productividad y la inexcusable reducción de una burocracia administrativa que afecta por igual a ciudadanos y empresas, entre otros, pueden ser factores que contribuyan al necesario incremento de los salarios, y también los beneficios empresariales, mejorando así la sostenibilidad de empleo y empresa a medio y largo plazo”.

Llopis recordó que, si bien se está produciendo un ligero aumento de salarios vía convenios colectivos, éste pierde eficacia si lo que se pretende es activar el consumo en la provincia, dado que el IPC hasta el mes de septiembre es superior al citado incremento salarial.

Otro de los bloque que analizó Ineca fue el del turismo. Ballester advirtió del riesgo a que este «motor» se estanque y que ello implique que el resto de las actividades lo sufran. Desde el Instituto se consideró «necesario redoblar esfuerzos para seguir mejorando cuantitativa y cualitativamente los servicios a los turistas, nacionales e internacionales, que nos visitan«.

Finalmente, la entidad remarcó el esfuerzo que las empresas y la administración autonómica están realizando para mejorar la modernización de los procesos productivos, apostando por la digitalización. Sin embargo, Ballester ha incidido que “la inversión pública en I+D+i no parece ser suficiente cuantitativamente, ni parece dar los resultados esperados. Quizás es necesario revisar la estrategia y hacerlo de la mano de los empresarios y trabajadores, buscando nuevas fórmulas”.

Por ello, hizo un llamamiento “a todos los implicados, públicos y privados, a trabajar juntos para que el Distrito Digital de la provincia de Alicante se consolide como un nuevo activo socioeconómico, y que lo haga interactuando cada vez más con el resto de los sectores económicos de la provincia, aumentando exponencialmente las importantes sinergias que ya se dan en ámbitos como el agrario y el agroalimentario, el textil, los servicios o el medio ambiente, etc.”

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