Ximo Puig ha solicitado sendas entrevistas con las ministras de Industria, Reyes Maroto, y Transición Ecológica, Teresa Ribera, para defender los intereses energéticos de la cerámica. Puig ha emplazado al gobierno central a aplicar una política que garantice las inversiones y la renovación de equipos, que constituyen la propia viabilidad del sector cerámico.

El president de la Generalitat se ha reunido esta mañana un encuentro, junto al conseller de Economía Sostenible Rafa Climent, con los responsables de Ascer, Anfecc y Asebec, asociaciones patronales de fabricantes de cerámica; fritas, esmaltes y colores cerámicos y bienes de equipo cerámicos, respectivamente.

Puig ha declarado que «la cuestión energética es fundamental» porque supone un 30% de los costes de industria cerámica, por lo que constituye un «factor esencial» para la competitividad de las empresas que se defina una política energética coherente con la relevancia económica de este sector. Puig ha asegurado en este contexto que, con el nuevo Gobierno de España, se está ante una oportunidad para que exista un cambio de orientación en este ámbito.

«No puede haber una política energética aislada de la política industrial», como ha ocurrido hasta ahora, porque esa situación tiene «graves consecuencias en la industrialización», ha defendido el president.

Por ello, se ha mostrado partidario de trasladar al Ejecutivo central, conjuntamente con los representantes de las asociaciones, la importancia de «un planteamiento común sobre la vigencia de la cogeneración» y, por otra parte, también ha solicitado que, en relación con la repotenciación, se atienda también a las necesidades del sector. Puig ha destacado que la energía es el gran problema a la hora de desarrollar nuevos proyectos, lo que resulta «muy lamentable teniendo en cuenta que existe capital y capacidad de inversión».

Puig concluyó agregando que «un sector que aporta tanto a la economía y a la balanza de pagos tiene que ser tenido en cuenta» a la hora de definir la política energética, quien también ha pedido «mayor compromiso de las compañías energéticas con el desarrollo industrial del país».