La deuda de la Comunitat Valenciana se ha reducido en 754 millones de euros durante el primer trimestre de 2018. Esta reducción es coyuntural, debido principalmente al bloqueo al FLA, que el anterior Gobierno no activó hasta el mes de mayo.

El Banco de España hizo públicos ayer los datos de endeudamiento de las administraciones públicas. A tenor de dicho informe, a 31 de marzo, la deuda de la Comunitat Valenciana ascendía a 45.433 millones de euros, 754 menos que en el último trimestre del año pasado.

De estos 754 millones, 570 corresponden a amortizaciones de deuda y los restantes 184 millones derivan de la reducción en operaciones a corto plazo de la Generalitat Valenciana y su sector público (pólizas, confirming, factoring y otros).

El retraso en la activación del FLA provocó que el Consell atendiera los vencimientos de deuda en el primer trimestre con cargo a la liquidación correspondiente de 2016 y que no se abonará hasta julio, una cifra que asciende a 1.568 millones de euros que el ejecutivo central retiene durante dos años.

Según señala la Consellería de Hacienda, entre enero y marzo, la Comunitat recibió anticipos por valor de 715 millones, a los que se suman otros 69 millones que se transfirieron en abril y que se destinaron al pago de proveedores. Estos 784 millones en total suponen el 50% de la liquidación de 2016 pendiente.

La comunicado de la Consellería de Hacienda insiste en que mientras se mantenga el actual sistema de financiación, la autonomía seguirá incurriendo en déficit a pesar de gastar por debajo de la media y ser la que menos recursos recibe del sistema.

Recuerda que el anterior gobierno incumplió el compromiso de implantar en 2017 un nuevo modelo de financiación, de modo que la Comunitat Valenciana sigue recibiendo menos recursos de los que le corresponden y dependiendo de préstamos. Más del 81% de la deuda de la autonomía está en manos del Estado.