Según los datos elaborados por BigDataHosbec, la ocupación hotelera en Benidorm fue del 81,6% en la primera quincena del mes de mayo, lo que supone un descenso de 2,2 puntos respecto a 2017, debido, en buena parte, por la apertura desde principios de año de nuevos destinos como Turquía, Egipto o Túnez. Además, el dato se corresponde al aumento de la oferta, ya que se permanecen abiertas más plazas.

La apertura de estos mercados está desviando el tráfico de turistas europeos. El mayor efecto se produce en el mercado británico. También se observa una desviación hacia alojamientos ilegales en la franja más baja de poder adquisitivo.

Desde comienzos del año 2017 el mercado británico esta perdiendo espacio en la ocupación hotelera de Benidorm. En esta primera quincena del mes de mayo se ha observado una diferencia de 4,7 puntos respecto al periodo anterior, aunque suma 240.000 pernoctaciones en total. El resto de mercados internacionales también se comportan de forma negativa respecto a 2017, aunque en valores absolutos son mucho menos representativos.

Estos efectos negativos se están superando gracias al mercado nacional que recupera el espacio que perdió en la temporada pasada. Los turistas españoles crecen un 8% en número de pernoctaciones aunque este crecimiento (15.000 pernoctaciones más hasta alcanzar 195.000 en la quincena) no es suficiente para compensar la caída del turismo internacional.

A pesar de estos datos, el Reino Unido sigue siendo el principal mercado en la ciudad de Benidorm con una cuota que roza el 50%

Las cifras globales del destino avisan de que se debe trabajar por la diversificación de mercados y reforzar precisamente la promoción en el británico para volver a obtener cifras que rocen la excelencia.

Por otro lado, los datos de ocupación en la Costa Blanca ha sido del 66,6%, lo que supone un aumento de 2,8 puntos sobre el pasado año. A ello ha contribuido la recuperación de mercados como el sueco, el noruego y el francés.