El pasado mes de junio se presentó en las instalaciones de Adeit en Valencia, la última monografía editada por la firma de servicios empresariales Auren, dentro de su serie de monografías «Governa«. El texto lleva por título “Altavoz 17” y en el mismo diferentes expertos analizan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas en su Agenda 2030.
Estas son las respuestas de Mario Alonso, presidente de Auren y del Instituto de Censores Jurados de Cuentas, a las preguntas de Economía 3 sobre el tema.
Por qué una firma de servicios empresariales como Auren aborda esta edición y la divulgación de la misma por toda España?
– En Auren existe una cultura muy arraigada basada en valores. Además de valores profesionales, en nuestra firma existe una gran conciencia social, por la que somos muy activos en numerosos frentes relacionados con proyectos de colaboración, sensibilización, apoyo a ONGs, etc.
En este entorno, ha sido algo muy lógico que Auren fuera pionera dentro de nuestro sector en publicar un documento como “Altavoz 17”.
«Governa» es una colección que lanzamos hace más de diez años, para abordar cuestiones relacionadas con la gestión de la empresa. En esta ocasión, «Governa» recoge 17 entrevistas a personas y organizaciones de la máxima relevancia, que representan cada uno de los 17 objetivos de la ONU. En sus páginas se muestran reflexiones, inquietudes y preocupaciones de estos auténticos líderes, que deben contribuir a una sociedad más justa, solidaria y sostenible.
Importancia estratégica
– ¿Qué importancia tiene para Auren, en tanto que firma de servicios empresariales, la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿Es algo coyuntural o tiene importancia y valor estratégico?
– La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) vertebran en la actualidad toda la política de responsabilidad social de cualquier empresa. Para Auren, la RSC –por tanto, los ODS–, son un elemento absolutamente estratégico que está alineado con el proyecto de firma para el que trabajamos todos los días.
– ¿Qué diferencias existen entre los Objetivos del Milenio, que aprobó Naciones Unidas en 2000, y la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible?
– Aunque la base ideológica es similar, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son más ambiciosos en cuanto a alcance (17 ODS y 169 metas); respecto a su universalidad (se han comprometido todos los países del mundo); en cuanto a la interconexión de todos los objetivos, ya que todos están internamente relacionados; y respecto a una mayor incidencia en la sostenibilidad como elemento fundamental para hacer viable el futuro de la humanidad.
Es cierto que los Objetivos del Milenio no fueron alcanzados, pero sí se lograron avances fundamentales, que nos han permitido estructurar los actuales ODS.
La Agenda 2030 es ambiciosa y las dificultades para desarrollarla son múltiples, pero el esfuerzo merece la pena y debemos confiar en que, entre todos, podremos conseguirlo.
Objetivos transversales
– Siempre que un organismo como Naciones Unidas lanza un reto o proyecto global, como la Agenda 2030, cabe la tentación de pensar que es cosa de los Estados o, en su caso, de las grandes corporaciones. ¿Es correcto afirmar que los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos afectan a todos: a particulares, familias y pymes?
– Los ODS son un proyecto global y transversal. Nos afectan a todos y todos hemos de colaborar para alcanzarlos.
Por una parte, los Estados, sus gobiernos y el sector público en general; por otra, la sociedad civil, a través del tercer sector y de cada ciudadano como individuo. También debe involucrarse la academia: universidades, colegios, escuelas, etc., ya que la educación y sensibilización son un elemento esencial para lograr que todo el mundo actúe. Y desde luego, las empresas.
La empresa representa un motor fundamental para el progreso y el bienestar. Por ello, los empresarios, como personas de extraordinaria influencia en el destino del planeta, deben recoger el guante y ser sensibles y proactivos para lograr avanzar en la consecución de los ODS.
– Una de las cosas que enseñan -o deberían enseñar- en las facultades y escuelas universitarias es que, aquello que no se puede medir, no se pude gestionar. ¿Existe alguna dificultad concreta en alguno de los 17 objetivos para establecer dicha medición?
– Es cierto que en todo proyecto estratégico resulta indispensable pulsar el grado de avance en función de indicadores. En este caso, hay varias iniciativas que tratan de medir los progresos.
La Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) acaba de presentar el Índice ODS 17: un análisis detallado que abarca 157 países y 83 indicadores de cobertura global. En 2016, España se situó en el puesto 25 del ranking.
La conclusión fundamental del estudio es que los países van progresando de forma desigual, siendo los más pobres los que se enfrentan a obstáculos más significativos. Por otra parte, el análisis pone de manifiesto que la Agenda 2030 contiene importantes efectos secundarios en el ámbito internacional, que deben ser monitorizados para tratar de reducirlos al máximo.
– En su condición de presidente de Auren y de los auditores españoles, si tuviese que focalizar en tres o cuatro de los 17 objetivos de la Agenda 2030, ¿en cuáles seria?; ¿cuáles son los fundamentales?
– Las firmas de servicios profesionales se ven obviamente afectadas por los 17 objetivos pero, quizás, los más próximos son los relacionados con la Igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico, producción y consumo responsable, paz, justicia e instituciones sólidas y, especialmente respecto a las alianzas para lograr los objetivos, donde creo que podemos jugar un papel muy relevante.