La cultura del país destino de una empresa que se internacionaliza es un factor decisivo de éxito o fracaso. Vielca ha tenido una experiencia positiva en El Salvador, un país que ha enviado a dos millones de habitantes a trabajar a Estados Unidos y que, de alguna forma, han incorporado los hábitos laborales de los países desarrollados. Vicente Candela reconoce que los trabajadores salvadoreños son más ordenados y eficientes que otros del mismo entorno. “Tienen más sentido de la responsabilidad”, concluye Candela, que agrega que “en Nicaragua van más por libre”.

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Uno de los defectos que achaca es la informalidad, “como no presentarse a una reunión, un fuerte absentismo laboral o incumplir los acuerdos. Yo le llamo -prosigue- la cultura del engaño. Los salvadoreños, por ejemplo, son incapaces de decir no y, claro, eso no puede ser”.