Las empresas familiares de la provincia de Alicante plantarán cara a la modificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones aprobado por el Consell. Así lo ha asegurado esta tarde el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa), Francisco Gómez, después de mantener una reunión con los expertos del despacho de abogados Cuatrecasas para informarse sobre las posibles vías de actuación legal que se pueden adoptar para hacer frente a los últimos cambios legislativos introducidos en la tributación autonómica.

Jornada fiscal en Aefa para analizar el impuesto de sucesiones

Los empresarios alicantinos se muestran descontentos con la normativa tributaria, ya que “con esta modificación legislativa las deducciones autonómicas por la trasmisión de participaciones empresariales de padres a hijos en las firmas, que facturan más de 10 millones de euros, han quedado fuera”, tal y como apunta Gómez. “Con ello, se grava la trasmisión en vida de las empresas de una generación a otra, y se ahonda aún más en las diferencias existentes entre unas comunidades y otras”, matiza el directivo.

El análisis técnico-jurídico  defiende la existencia de una vía legal para pedir la devolución del impuesto por los herederos. Sobre la modificación tributaria, el abogado Francisco Picó insiste en que “no se entiende que la única razón para discriminar sea el tamaño de la empresa que se hereda medido en términos de facturación” y que “no se hay prestado más atención a las condiciones particulares de los herederos, que son al final los contribuyentes y no las empresas”.

A continuación se ha iniciado la jornada titulada ‘Las relaciones entre la inspección tributaria y el contribuyente’, que ha sido impartida por el socio del grupo especializado en el ámbito contencioso y tributario, el abogado Jaume Bonet de la Oficina de Barcelona de Cuatrecasas. El almuerzo de trabajo ha permitido ahondar a los empresarios en aspectos como los riesgos fiscales que pueden afectar a sus grupos empresariales y a las mejoras en sus políticas fiscales de cara a afrontar con éxito una posible inspección tributaria. Bonet ha subrayado que en los últimos años Hacienda ha puesto el foco en la recaudación. En este sentido, ha comentado que solo el año pasado se superaron las 100.000 inspecciones.