Martes, 23 de Abril de 2024
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Las mujeres emprendedoras españolas están mejor preparadas que los hombres

La formación de los emprendedores españoles —categorizados en directivos profesionales, empresarios y autónomos— ha experimentado un gran avance en los últimos años, según un estudio realizado por el Ivie. Sin embargo, los que únicamente acreditan formación obligatoria representan todavía el 37%, frente al 18% de la media de la Unión Europea. Los directivos son los mejor formados y más del 80% cuenta con estudios superiores, en contraste con los autónomos, entre los que solo el 35% posee formación superior. Las mujeres superan a los hombres en nivel de estudios, pero solo representan un tercio del total de los emprendedores.

ivieLa formación de los emprendedores actúa como palanca intensificadora del conocimiento en las empresas, ya que aumenta la capacidad de asumir retos, mejorar la gestión y aprovechar las oportunidades de negocio. En España, el avance registrado en los últimos años en la formación de este colectivo (que incluye tres tipologías: directivos profesionales, empresarios y autónomos) ha sido significativo. Mientras que a principios de este siglo solo el 23,4% acreditaba estudios superiores (FP superior y universitarios), en 2015 ese porcentaje casi se ha doblado y alcanza el 40,9%.

En los últimos quince años, los directivos son el grupo que más ha mejorado su formación, aunque ya partían de una posición destacada respecto a los empresarios y los autónomos. Con todo, merece destacarse el avance logrado por estos últimos, ya que hemos pasado de un 17,6% de autónomos con estudios superiores en 2000 al 35% en 2015. Gracias a este avance, pese a las marcadas diferencias de partida, el porcentaje de autónomos con estudios superiores se ha igualado prácticamente al de los empresarios.

ivie2Con esta evolución, España ha conseguido situarse ligeramente por encima de la Unión Europea en el porcentaje de emprendedores con estudios superiores (41,3% frente al 40,1% de la UE-28), aunque, según datos de Eurostat de 2014, todavía sigue alejada de las cifras de países como Francia y Alemania, con un 54,1% y un 49,5%, respectivamente.

Pese a los avances, en España el porcentaje de emprendedores que poseen como máximo formación obligatoria se sitúa en el 36,9%, el doble que la media de UE-28 (18,1%) y muy alejado del 5,6% de Alemania o el 10,2% de Francia, donde esos niveles son mucho más reducidos. Estos datos reflejan que en España el porcentaje de personas con niveles de formación escasos —no alcanzan la enseñanza secundaria postobligatoria— que toma decisiones empresariales es todavía muy elevado.

Los autónomos son los que menos formación acreditan, ya que el 42% posee como máximo enseñanzas obligatorias y únicamente el 24,8% cuenta con estudios universitarios. Por su parte, el 37,5% de los empresarios tiene un nivel básico de estudios y el 25,3% son universitarios. Frente a estos porcentajes, destaca la mayor formación de los directivos, ya que el 74,2% cuenta con estudios universitarios.

El nivel formativo de los emprendedores está asociado a una estructura empresarial española dual. Por un lado, las empresas grandes y medianas, tecnológicamente más complejas, cuentan con más directivos profesionales bien formados. Y por otro, existe un amplio grupo de unidades productivas en el que predominan las microempresas, dirigidas por empresarios con menor cualificación.

Esta dualidad se concreta en que mientras que más del 80% de los emprendedores que realizan su actividad en empresas de 50 o más trabajadores tienen estudios universitarios, el porcentaje se reduce hasta el 29,2% entre las compañías con menos de diez empleados (micro empresas).

Por otro lado, la formación de las mujeres emprendedoras en España ha experimentado una evolución más positiva que la de los hombres. La mejora en sus niveles medios de cualificación se refleja tanto en el menor porcentaje de las que poseen solo estudios obligatorios, como en el mayor peso de las que alcanzan estudios superiores. En promedio, el 37% de ellas cuenta con estudios universitarios, casi diez puntos más que los hombres. Además, el porcentaje de emprendedoras que solo dispone de formación básica se reduce hasta el 31,6%, frente al 39,2% de los hombres.

Esta diferencia positiva con respecto a los hombres está patente en los tres grupos de emprendedo-res: autónomos, empresarios con asalariados y directivos. La mayor distancia entre géneros se observa entre los autónomos, donde el 32% de las mujeres son universitarias, frente al 21,1% de los hombres. En el caso de las directivas, un 77% acredita formación universitaria, cuatro puntos más que los directivos.

Las mujeres disponen de mejores credenciales educativas pero representan solo un tercio de los emprendedores españoles. El porcentaje de directivas en España se sitúa en el 33%, el de autónomas está en el 34% y solo un 30% de empresarios con asalariados son mujeres.

Dada la importancia que el capital humano de los emprendedores tiene en la competitividad y viabilidad futura de las empresas, es necesario avanzar por dos caminos complementarios: las empresas deben adoptar medidas para mejorar los perfiles formativos de quienes toman las decisiones en ellas, profesionalizando su dirección y, a la vez, es preciso fomentar el espíritu emprendedor entre los universitarios. Además, es necesario aumentar la participación de las mujeres en los colectivos de emprendedores, pues en la actualidad solo representan el 32,9%.

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