Desde que a finales de la década de 1980 las primeras barcas hinchables descendieron por el Noguera Pallaresa en la comarca del Pallars Sobirà, considerado uno de los mejores ríos de Europa para la práctica del rafting, más de cinco millones de personas han practicado esta modalidad deportiva en sus 29 años de funcionamiento. A pesar de estas cifras positivas, el sector se encuentra todavía en franca expansión.

Estas empresas especializadas disponen de monitores experimentados y ofrecen un abanico de más de medio centenar de modalidades de deportes de aventura, que se pueden practicar de la forma más segura y con todos los servicios y comodidades. Gracias a sus espacios naturales, lagos, montañas y ríos caudalosos, Lleida es el lugar idóneo para descubrir y compartir con los amigos o la familia las emociones más sorprendentes y divertidas.

Estaque de Sant Maurici i els Encantats

La comarca del Pallars Sobirà con el río Noguera Pallaresa, un referente mundial para las actividades deportivas en aguas bravas, concentra la mayoría de empresas que ofrecen servicios de deportes de aventura, aunque también se encuentran en la cuenca del Noguera Ribagorçana, el Garona (Val d’Aran) y el Segre, así como los pantanos de Sant Antoni, Cellers y Sant Llorenç de Montgai y desde el año 2013 se llevan a cabo también actividades náuticas en el embalse de Rialb. También merece especial atención el Parque Olímpico del Segre, en la comarca del Alt Urgell. Se trata de un canal artificial de piragüismo, construido junto al río Segre, a su paso por la localidad de La Seu d’Urgell, que sirve para practicar el piragüismo en aguas tranquilas, bravas o en eslalon a nivel lúdico o de competición. Fue inaugurado el 1990 y acondicionado para albergar las competiciones de piragüismo en eslalon de los XXV Juegos Olímpicos de Barcelona.

Las novededes de la temporada

Una de las novedades de esta temporada ha sido la incorporación de una barca, con capacidad para 12 personas, que recorre por la zona de la sierra del Montsec  los magníficos paisajes del espacio natural del desfiladero de Mont-rebei y el embalse de Canelles con un trayecto de hasta 50 km. El desfiladero de Mont-rebei constituye la frontera natural entre Aragón y Cataluña y las paredes del estrecho pueden llegar a alcanzar más de 300 metros de caída vertical con puntos donde la anchura del río Noguera Ribagorçana apenas alcanza los 20 metros.

Pese a que las comarcas del Pirineo de Lleida concentran el 80 % del volumen de negocio y de las actividades que se practican, las tierras del llano de Lleida también han incrementado su oferta de actividades de turismo rural (bicicleta de montaña, hípica, actividades aéreas, etc.).

Congost de Mont-rebei

Caminando entre paisajes de ensueño

¿Quién puede resistirse a la tentación de rodearse de paisajes conformados por bosques, cimas con altitudes cercanas a los 3.000 metros, pintorescos lagos de origen glaciar, ríos de aguas cristalinas y zonas húmedas ideales para observar aves? El Pirineo y las Tierras de Lleida proporcionan este paraíso natural a los amantes del senderismo o de la bicicleta de montaña merced a áreas tan espectaculares y bellas como el Parc Nacional d’Aigüestortes y el Estany de Sant Maurici –el único parque nacional de Cataluña–, un espacio donde pueden observarse fenómenos glaciales como los valles en forma de U y casi 200 lagos naturales.

También son idóneos para el turismo activo los parques naturales del Alt Pirineu –el más extenso de Cataluña, con casi 70.000 hectáreas– y del Cadí-Moixeró, el espacio protegido catalán con el mayor número de hábitats y de especies de flora y fauna de interés europeo (un total de 30 en cada caso).

Dejando la alta montaña, los amantes de la naturaleza en estado puro pueden practicar deporte al aire libre en el Parque Territorial Collegats-Terradets, con rincones tan singulares como los lagos de Basturs, la Reserva Natural de Caza de Boumort, la Vall Fosca o la zona de la Terreta, o en la sierra del Montsec. Sin olvidar, ya en las tierras llanas, parajes tan sugestivos como el lago de Ivars y Vila-sana –la mayor zona inundable de la Cataluña interior–, el Camino natural de Utxesa o el Aiguabarreig (confluencia) del Segre, el Cinca y el Ebro.

La calidad del cielo y la sostenibilidad turística son factores también intrínsecos a la demarcación de Lleida. La Sierra del Montsec –a caballo entre las comarcas leridanas de la Noguera y el Pallars Jussà– ha obtenido la distinción internacional de Destino Turístico y Reserva Starlight, que otorga la Fundación Starlight con el aval de la Unesco para distinguir los mejores espacios para observar las estrellas. Dentro de este territorio se encuentra el Parque Astronómico del Montsec (PAM), formado por el Observatorio Astronómico del Montsec y el Centro de Observación del Universo (COU).

Además, la Val d’Aran es el primer destino de montaña del mundo distinguido con la certificación de turismo sostenible Biosphere Destination, que concede el Instituto de Turismo Responsable, entidad asociada a la Unesco. La distinción reconoce a la Val d’Aran como un destino sostenible que gestiona de forma responsable la actividad turística de calidad.

El senderismo se ha convertido en una actividad turística de primer orden gracias, en buena parte, a la creación de itinerarios que recorren parajes excepcionales del Pirineo y del llano de Lleida. Muchos de estos trazados también pueden ser recorridos en bicicleta de montaña y a caballo.

En los últimos años se han creado más de una decena de rutas de trekking, muchas de las cuales tienen el Parc Nacional d’Aigüestortes y los parques naturales del Alt Pirineu y del Cadí-Moixeró como escenario. Es el caso de Carros de Foc, que consiste en recorrer los nueve refugios guardados del parque nacional, y la ruta de Encantats, que pasa por la Val d’Aran, el Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça atravesando el espacio protegido. Otras rutas destacables son el Setau Sagèth, la Porta del Cel, la Cavalls del Vent, la Ruta dels Estanys Amagats, la Integral Cadí-Cadiner y “El Camino de Reencuentro”. En el llano encontramos las rutas de El Camino de Santiago y el Camino Ignaciano.

El disfrute de paisajes maravillosos y exuberantes practicando turismo activo y deportes de aventura puede combinarse a la perfección con la visita a los encantadores pueblos leridanos de alta montaña, así como los museos y los monumentos románicos de la Val d’Aran, el Pallars Sobirà y la Vall de Boí, cuyo conjunto de iglesias fue declarado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco.

Y para reponer fuerzas y descansar, nada mejor que la amplia oferta de alojamientos de diversa índole (hoteles, casas rurales, campings, etc.) que encontramos en las comarcas de Lleida, combinada con una gastronomía de primera calidad a base de platos elaborados con productos de la tierra, como la carne, los embutidos, el queso, la fruta y las hortalizas, el aceite de oliva, el vino o los licores artesanales.

Más información: www.lleidatur.com