Si hacemos caso a los sondeos electorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) –hasta la fecha los más fiables de cuantos se realizan–, el mapa político de la Comunidad Valenciana tras el domingo 24 de mayo está dibujado.

Las dos fuerzas políticas que han conformado las instituciones, PP y PSOE,  aunque sufren un considerable varapalo, siguen siendo los principales referentes electorales; las dos fuerzas emergentes en el panorama político nacional, Podemos y Ciudadanos, consolidan espacio propio en la Comunidad Valenciana, pero sin alcanzar el poder que se les pronostica en el ámbito estatal; y las otras fuerzas que hasta el momento han tenido una presencia significativa en la vida política de la Comunidad, Compromís y Esquerra Unida, o apenas alcanzan un nivel residual (Compromís) o desaparecen de la vida parlamentaria (Esquerra Unida).

1.ª Conclusión. El impacto de la crisis sobre el mapa político se ha traducido en la aparición y consolidación de nuevas fuerzas electorales, más difusas en lo ideológico y más radicales en su puesta en escena, pero los pilares sobre los que levantamos nuestras instituciones democráticas y autonómicas, la opción conservadora-liberal y la socialdemocracia, siguen siendo los cimientos del sistema…, aunque se les da un buen susto, a ver si espabilan.

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Si damos por bueno el reparto de escaños en las Cortes Valencianas que producirían los citados resultados electorales, Ciudadanos tiene en su mano elegir el President de la Generalitat Valenciana: o propiciar la elección de Fabra (PP), o hacer President a Ximo Puig. Se confirma así lo que apuntamos en nuestro pasado Editorial de abril.

2.ª Conclusión. Aunque Albert Rivera no se ha cansado de repetir en esta campaña electoral que Ciudadanos no quiere discutir cargos sino ideas, será muy interesante conocer las peticiones/condiciones que plantean sus seguidores aquí para bascular sus votos en una u otra dirección.

A diferencia de lo que ocurre en Andalucía con el PSOE, previsiblemente Fabra no pondrá especiales problemas para firmar un pacto de limpieza en los cargos públicos y para expulsar a los implicados en asuntos de corrupción de ellos. En la medida de sus posibilidades, es lo que ha estado haciendo el actual President esta legislatura que finaliza.

¿Qué más puede pedir Ciudadanos de lo que son competencias autonómicas? Es la pregunta de los mil millones, cuya respuesta es hoy un misterio. Lo que nos atrevemos a pronosticar son unas negociaciones largas. Hasta julio no habrá Consell.