La crisis ha acelerado importantes cambios de gestión y estrategia en las empresas e instituciones de la provincia de Valencia; entre ellos, una mayor y mejor gestión financiera, orientar los productos al consumidor y las ventas a los buenos clientes; buscar nuevos nichos de mercado, tanto nacional como internacionalmente, así como ajustar los gastos (compras, personal, stocks…) Por todo ello, los empresarios creen que en 2014 empezará la recuperación.
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En los últimos cinco años la evolución económica de la provincia de Valencia ha sido claramente negativa, hemos pasado de tener 189.000 empresas en 2008 a 173.000 en la actualidad, 16.000 empresas menos. La propia caída del negocio, la falta de financiación, una mejorable gestión o la morosidad de la administración pública, son algunas de las causas que explicarían «el drama social que supone el cierre de cada empresa”, indica el presidente de la Confederación de Empresarios Valencianos (CEV) Salvador Navarro, poniendo en valor la figura del empresario.
«Las compañías no pueden aguantar durante mucho más tiempo esta situación anómala, caracterizada por una fuerte caída de la demanda interna y graves problemas de acceso al crédito”, expone el empresario.
Navarro recuerda que las empresas que han sobrevivido han tenido que adaptar sus estructuras al mercado y absorber las reservas de años anteriores, «pero es urgente apostar por políticas dinamizadoras y anticíclicas, en detrimento de la austeridad”.
El presidente de la CEV reconoce que la provincia cuenta con empresas intensivas en mano de obra, con un mejorable nivel tecnológico y afectadas por los bajos niveles salariales de las economías emergentes; no obstante, valora la existencia de un tejido empresarial diversificado, la alta productividad de determinados sectores (azulejero, químico, agroalimentario, automoción,…) y la existencia de empresas en sectores de alta y media-alta tecnología.
«Si bien, es necesario atraer inversiones a nuestro territorio que movilicen a nuestras pymes como proveedoras, de tal forma que sean capaces de ampliar mercados y alcanzar niveles de producción más eficientes”.
REFORZAR EL COMPROMISO
Para el representante empresarial, la internacionalización, la dimensión empresarial, la búsqueda de nuevos mercados, la innovación, la concentración de centros y la cooperación, son estrategias que pueden ayudar a las empresas a consolidarse en un entorno tan complicado. «Pero en este proceso las compañías deben contar con los estímulos, políticas y líneas de actuación necesarias para conseguirlo, de ahí el papel que juegan las distintas administraciones, y los servicios que las organizaciones empresariales podemos prestarles”.
Desde la CEV, su presidente, reclama mayor simplificación administrativa, mejor relación entre la Administración y el ciudadano, que esta cumpla con sus compromisos de pago, además de seguridad jurídica –”no puede ocurrir como en agosto de 2012 que con efecto retroactivo se eliminaron las bonificaciones a la contratación de diversos colectivos lo que ha supuesto un coste para los empresarios de la provincia de 78 millones de euros–»,…
También reclama una financiación «justa y digna” para la Comunidad Valenciana, «si cada valenciano recibe 211,5 euros menos que la media nacional, existe una clara desventaja añadida”. En definitiva urge a actuar en pro de la economía real, la que genera empleo, riqueza y «la única capaz de reactivar el ciclo de crecimiento».
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia, José Vicente Morata, entiende que la falta de financiación, el aumento de la morosidad y la notable caída de la demanda, han acelerado importantes cambios de gestión y estrategia en las empresas: «Ha sido necesaria una mayor y mejor gestión financiera, tanto para disponer de liquidez como para compensar la falta de la financiación tradicional».
Para Morata, ha habido que adoptar cambios en el área comercial: «vender es la clave, pero focalizando la venta en los buenos clientes y en productos orientados al consumidor; buscando nuevos nichos de mercado, tanto dentro como fuera de España. Por otra parte, el ajuste de precios y del margen comercial han exigido a las empresas nuevas estrategias para ajustar gastos (compras, personal, stocks, etc.), mejorar su gestión y, en definitiva, elevar la productividad”.
CRISIS GLOBAL
Como las empresas, las organizaciones e instituciones provinciales también se han tenido que adaptar al nuevo escenario. En el caso de la propia CEV, «la colaboración con otras entidades del ámbito económico y empresarial se ha perfilado como la mejor estrategia”, defiende Navarro.
Tras fusionar a Cepymev, la organización ha modificado algunos puntos estatutarios y ha constituido nuevas comisiones –pymes, microempresas y autónomos–, además de dar cabida a la incorporación de los colegios profesionales.
Desde la Cámara de Valencia, Morata incide en el impacto que ha supuesto para la institución el cambio en su financiación. «En diciembre de 2010, el Gobierno aprobó un decreto que mantenía la definición de las Cámaras como corporaciones de derecho público –con todo lo que ello conlleva–, pero al mismo tiempo eliminaba la obligatoriedad de la cuota, imponiendo un nuevo marco de afiliación y financiación voluntaria”.
Desde entonces, y mientras el Gobierno trabaja en la redacción de una nueva Ley, las Cámaras, según el dirigente, buscan fórmulas que permitan hacer viable el modelo. Por una parte, reduciendo estructuras y gastos de funcionamiento, y por otra buscando nuevas vías de ingreso a través de la venta de servicios.
«Las cámaras están preparadas para dar servicios de calidad y competitivos en cuanto que la nueva Ley entre en vigor”, añade Morata. Su enfoque se dirige fundamentalmente a la internacionalización de las empresas, la formación empresarial y el emprendimiento. Morata destaca programas de ayuda «novedosos” como los consorcios de exportación o el Plan de Iniciación a la Promoción Exterior.
Además, cada año, más de 5.000 empresarios y profesionales pasan por las aulas de su escuela de negocios y a través de la Ventanilla Única, el emprendedor puede poner en marcha su empresa en menos de una hora, sin necesidad de acudir a las distintas administraciones.«También les ayudamos a realizar su plan de negocio, les asesoramos en las distintas fases del proyecto y, finalmente, les ofrece un espacio donde comenzar su actividad”.
EFICIENCIA Y CONTROL DEL GASTO
Salvando las distancias, se trata de una estrategia similar a la adoptada por Feria Valencia, vinculada, internamente, al máximo recorte de costes posible «para que nuestras cuentas estén lo más próximas al equilibrio” –reconoce el presidente de la institución, Alberto Catalá– y externamente, con la puesta en marcha de nuevos proyectos y nuevas formas de hacer negocio «para incrementar los ingresos o, por lo menos, frenar su caída”.
En los últimos cinco años, este esfuerzo se ha traducido en una reducción de gastos por encima de un 60% y en la celebración de decenas de certámenes en colaboración con organizadores externos, indica el máximo dirigente.
«Presentamos hace un año una veintena de medidas concretas para cimentar nuestro crecimiento y volver a beneficios. Estas medidas han tenido su materialización en cambios en el calendario, usos no habituales de los pabellones o puesta en marcha de nuevos productos”.
Así, se han adoptado decisiones estratégicas como la multilocalización de productos como Fimi o la celebración simultánea de Cevisama, Habitat y Fimma Maderalia en febrero del año que viene, adecuando la oferta a los canales de distribución y a las necesidades de los clientes.
“El caso concreto de Teyoland era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Las pymes tienen problemas para llegar al cliente final y escasa capacidad de negociación con las cadenas de distribución, por tanto la idea del valenciano Ignacio Tello de poner en marcha esta gran exposición, que alberga a 300 proveedores –200 de ellos de la Comunidad–, era una gran oportunidad para todas ellas”, matiza Catalá.
ATENDER LAS NECESIDADES DEL CLIENTE
Otro de los pilares de su plan está vinculado directamente con la satisfacción de sus clientes. «En estos tiempos tan duros nos hemos esforzado porque nuestra rebaja de costes se trasladara también a los costes de nuestros expositores, ya que nuestro éxito se sostiene sobre el éxito de nuestros clientes” recalca Catalá.
En este sentido, otra de las instituciones clave de la provincia, el Puerto de Valencia, como instrumento al servicio de las empresas y del comercio exterior, también ha reformulado su plan estratégico para adaptarse a la nueva situación económica y del transporte mundial.
“El plan pone su foco en la gestión comercial, la potenciación de la integración logística e intermodal, la sostenibilidad económica y la mejora de la competitividad de los servicios portuarios. En definitiva, ha supuesto cambiar el foco de la oferta a la demanda, maximizar la eficiencia de todos los servicios que se prestan en el ámbito de Valenciaport y asegurar la sostenibilidad económica y medioambiental”, explica Rafael Aznar, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV).
Para seguir atrayendo a las grandes compañías navieras que tienden a aumentar sus economías de escala, con barcos de mayor tamaño, agrupando líneas y cerrando alianzas estratégicas, es esencial lograr la máxima eficiencia para seguir siendo competitivos: “más productividad y ajuste de costes”, subraya Aznar.
De hecho, el puerto de Valencia continúa sorteando la crisis con un crecimiento del 3,29% en el tráfico de contenedores. En total, canalizó más de 4,46 millones de TEUs en 2012. “Continuamos manteniendo el liderazgo del sistema portuario español por delante de Algeciras (4,07 millones) y Barcelona (1,75 millones). No obstante, nuestra principal competencia está en Europa, Valenciaport es el quinto recinto portuario detrás de Hamburgo, Rotterdam, Amberes y Bremen”, confirma su presidente.
ARAGÓN Y EL CORREDOR MEDITERRÁNEO
Para Aznar es fundamental seguir aumentando “masa crítica, volumen de mercado”. “Tenemos el 65% de la cuota de la zona centro y hay que fortalecer nuestra presencia eficiente en ese extraordinario mercado, fomentando la intermodalidad, el ferrocarril y los polos logísticos. Asimismo, entre nuestros objetivos está la captación de tráficos del corredor cantábrico (Aragón, País Vasco y Cantabria)”.
En ese contexto, se inscribe la participación de la APV -en alianza con el Puerto de Bilbao y operadores privados-, en la gestión de la terminal ferroviaria del Centro Logístico de Zaragoza Plaza adjudicada recientemente al consorcio liderado por Noatum, Grupo Sesé y Logitren. «Para la APV es una apuesta estratégica poder ofrecer a Aragón las mejores condiciones de conexión a la fachada cantábrica y mediterránea, dado que Aragón es un centro logístico clave para el hinterland de la Comunidad Valenciana, especialmente para los sectores del automóvil, siderúrgico y agroalimentario”.
En este sentido, Rafael Aznar reivindica claramente el acceso ferroviario al puerto de Sagunto, así como la mejora de la línea ferroviaria con Aragón «si realmente queremos erigir este recinto como una alternativa factible para el importante tráfico que genera dicha región”.
Respecto al Corredor Mediterráneo, aunque valora muy positivamente” el proyecto del tercer hilo, sigue defendiendo la alternativa proyectada. «A corto plazo, en 2015, debemos estar conectados con Europa, y hay que hacer todo lo posible para llegar a 2020 a pleno rendimiento, ganando competitividad como alternativa a los puertos del norte de Europa. Para ello debemos exigir también, no solo la infraestructura, sino una gestión armonizada y eficiente de la misma”, recalca Aznar.
BASES PARA LA RECUPERACIÓN
Con todo, empresarios y representantes institucionales, aseguran que lo importante es empezar a ver pronto signos de recuperación. «Afortunadamente empezamos a disponer de datos que invitan al optimismo, como la disminución del desempleo en el país y en nuestra región, con cifras históricas en mayo y junio con 10.000 y 9.000 personas más trabajando, o en comercio exterior, que al cierre del año aportamos a España superávit, con una cifra sin precedentes próxima a los 20.000 millones”, pone como ejemplo Salvador Navarro, desde la CEV.
«Estos datos nos llevan a pensar que podemos estar tocando fondo y que con excepción del desempleo en el sector financiero y público, empezamos a remontar”, se muestra convencido el dirigente.
En opinión de José Vicente Morata, «la vuelta al crecimiento puede producirse a finales de 2013 o principios de 2014”, si bien se esperan tasas de crecimiento muy moderadas debido a que los motores del cambio (exportaciones y consumo) mostrarán comportamientos «poco dinámicos”, mientras que, por el contrario, «el proceso de ajuste de algunos desequilibrios estará llegando a su fin (déficit de las cuentas públicas autonómica y crisis inmobiliaria) lo que restará al crecimiento en menor medida que en 2012 y 2013”, considera Morata.
No cabe duda que las actividades que muestran un mejor comportamiento son aquellas relacionadas con mercados exteriores –el turismo extranjero y las ramas industriales con dinamismo exportador–. Respecto a estas últimas, los datos de cierre de 2012 de Valenciaport manifiestan una evolución positiva con un crecimiento de las exportaciones del 16,87%, mientras el retroceso del consumo interno afectó a las importaciones que cayeron un 13,42%.
«La Comunidad sobresale como la cuarta región española más exportadora. La tasa de cobertura del 113% (exportaciones respecto a importaciones) supera en 20 puntos la media nacional (93%) y el saldo se elevó a 894 millones, también en cuarta posición”, recalca Salvador Navarro.