Martes, 23 de Abril de 2024
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Si tiene dudas con los depósitos, invierta en fondos

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Joaquín Fdez. Roger

Director de la oficina de Alicante. Renta 4 Banco.

Cuando el señor Dijsselbloen, presidente del Eurogrupo, compareció ante la prensa para dar cuenta del acuerdo alcanzado entre las autoridades europeas y Chipre, provocó un incendio.

La razón fue que Djsselbloen anunció que la solución lograda, con quitas para los depósitos, podría ser el patrón a aplicar a futuros rescates en la eurozona.

Unas palabras recibidas con caídas en las Bolsas, pues se entendía que el Eurogrupo había sentado un peligroso precedente, al permitir que los depositantes asumieran una parte de la carga del rescate.

De algún modo, a partir de ese momento se asumía que los depositantes ya no eran intocables y que debían de considerar y calibrar el «riesgo entidad bancaria» y el «riesgo país».

Por supuesto, los desafortunados comentarios de Dijsselbloen fueron matizados en un comunicado posterior del Eurogrupo, al igual que el sentido de las decisiones tomadas fue mejor explicado, atendiendo a lo especial de Chipre. Un país con unos rasgos muy particulares, que difícilmente hacían trasladable a otro país su solución.

Ciertamente, las necesidades de recapitalización del sector bancario de esta nación se situaban en el 60% del PIB del país, claramente por encima del 40% que necesitó Irlanda, del 27% que precisó Grecia, o del 6,5% de España.

Además, con una deuda pública sobre PIB del 86%, si se le hubiera sumado ese 60% el endeudamiento público, habría llegado al 145%, un nivel insoportable para el erario público y de difícil retorno para el país.

Diferencias significativas

Igualmente, la alternativa de una quita era muy complicada, ya que los mayores tenedores de deuda pública chipriota eran los bancos del país, lo que todavía habría dañado más al sector. Del mismo modo, hay que señalar las tres características propias del sector bancario chipriota, que hace que el rescate tenga que recaer sobre los depositantes.

1ª. El monto total de los depósitos bancarios se eleva a 72.000 millones de euros, frente a un PIB nacional de 18.000 millones, mientras que en el caso español, el total de los depósitos suman 1,48 billones de euros, cuando nuestro PIB es de alrededor el 1 billón de euros.

2ª. La mayoría de los depósitos chipriotas son de residentes, con lo que, o bien los chipriotas son unas increíbles máquinas de ahorrar respecto a los españoles, o es que era muy fácil, pongamos para un ciudadano ruso, convertirse en residente chipriota.

3ª. El 95% de los pasivos chipriotas son depósitos, con lo que no había otro tipo de deudores, bonistas o preferentistas, sobre los que descargar la quita.

Por tanto, ¿son los depósitos españoles ahora más inseguros que en febrero? Verdaderamente no, por varios motivos.

Tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, se aprobó una directiva europea que fijaba la garantía de los depósitos en 100.000 euros. Posteriormente, el Real Decreto Ley de mayo de 2010 trasponía esa normativa al marco legal español, por lo que el Fondo de Garantía de Depósitos subía de 20.000 a 100.000 euros.

Ésta es la situación legal en España, por lo que no hay que llamarse a engaño, el 100% de los depósitos nacionales no ha estado ni está garantizado al 100%. Aunque nos da mucha tranquilidad saber que el rescate bancario que ha llegado a Chipre, ya le llegó a España y aquí se respetaron íntegramente los depósitos.

Depósitos versus Fondos

Dicho esto, ¿siguen siendo atractivos los depósitos como productos de inversión? Verdaderamente no. ¿Por qué?

1º. La fiscalidad ha empeorado notablemente. Desde el 1 de enero de 2012 la tributación ha subido. Actualmente, para las rentas de capital que van de 0 a 6.000 euros, se tributa al 21%; entre 6.000,01 y 24.000 euros se tributará al 25%; y para más de 24.000 euros, un espectacular 27%.

En este punto, tan sólo señalar que esta escala difícilmente se reducirá por las necesidades de control del déficit del estado. Anteriormente, las rentas hasta 6.000 euros tributaban al 19% y a partir de ahí al 21%.

2º. La rentabilidad ha caído como consecuencia de las directrices del Banco de España, que quiere proteger los resultados de los bancos; tanto nacionalizados como no nacionalizados.

Antes de Navidad, el supervisor llamó a las principales entidades financieras del país y les recomendó que a partir de principios del 2013 abandonaran la guerra de depósitos. En concreto, fijó el tope del 1,75% para los depósitos a un año, del 2,25% para los de dos y del 2,75% para los de tres.

Por ello, ¿qué puede hacer el ahorrador español en este escenario? Invertir en fondos porque ahora son mucho más atractivos.

1º. Fiscalidad. El inversor no tributará la plusvalía hasta que venda su participación en el fondo.

2º. Disponibilidad y liquidez. Si se da la orden de venta hoy, se le liquidará en cuenta en un período muy corto, probablemente en 3 días.

3º. Facilidad de cambio. Si deseo pasar de un fondo a otro, sólo he de traspasarlo. No he de cancelarlo, tributar y volver a invertir.

4º. Diversificación. La variedad de inversiones que componen el patrimonio de un fondo facilitan un mejor control del riesgo.

5º. Rentabilidad. En muchos de nuestros fondos, con un perfil conservador, está claramente por encima de los depósitos en cualquier plazo.

Sólo ha de preguntarnos por nuestro catálogo de fondos. Pero, si me permiten un par de sugerencias, pregúnteme por el Renta4 Monetario, Renta 4 Retorno Dinámico y Renta4 Pegasus. Creo que se sorprenderá gratamente.

www.r4.com

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